Niño Josele reúne toda su sabiduría con la guitarra en su disco 'Española'

El nuevo trabajo del guitarrista almeriense donde de nuevo vuelve a recordar las figuras de Bill Evans y a Bebo Valdés saldrá al mercado el próximo 3 de noviembre

D. Martínez / Almería

15 de octubre 2009 - 05:00

El Niño Josele vive un momento glorioso. El 3 de noviembre vuelve a lanzar su nuevo disco Española. No es habitual, en una entrevista a un artista flamenco, que éste se suelte a hablar de dodecafonismo. Tampoco suele ser costumbre volverse loco durante meses, sin apenas dormir, para capturar la magia de un autor (Bill Evans), perteneciente a un género distinto (el jazz) y que interpreta un instrumento diferente (el piano).

En ambos casos se trata de Juan José Heredia, Niño Josele (Almería, 1974), un guitarrista que siempre tiene la cabeza dos pasos más allá. Uno de esos tipos que a la hora de recibir una herencia, se la juega, arriesga y gana.

La década de los 90 sirvió para que el Niño Josele fuera pidiendo sitio. Su primer disco, Calle Ancha, data de 1995. Un año más tarde ganó el Concurso de Jóvenes Intérpretes de la Bienal de Flamenco de Sevilla. Acompañó, entre otros, a Remedios Amaya, Tomatito, Pepe de Lucía, Montse Cortés y Duquende; pero el gran salto a la popularidad lo dio junto a Diego El Cigala.

Crecieron juntos hasta llegar al Teatro Real y la grabación de ese concierto extraordinario en 2002. Poco antes, en el álbum El Sorbo (2001) compartió protagonismo con el productor y músico Javier Limón, y con un buen número de cantaores de primera fila.

En 2003 por fin llega el álbum homónimo, producido por Javier Limón y donde, además de Enrique Morente, aparecen Andrés Calamaro y la Orquesta Nacional de Barbés. La búsqueda de nuevos horizontes se hace con tanta osadía como delicadeza.

Después llegaría Paz, con el que afronta el desafío del jazz a través de Bill Evans. Descubrió al autor norteamericano a través de Bebo Valdés, y con la ayuda de Fernando Trueba (que escogió el repertorio) y Javier Limón, y músicos consagrados como Estrella Morente, Jerry González, Tom Harrell, Joe Lovano y Freddie Cole, realizó un trabajo antológico, de esos que sirven de guía para posteriores incursiones.

Tras La Venta del Alma, publicado este verano y en el que recoge una serie de antiguas composiciones en una edición limitada, ahora nos llega la continuación lógica de Paz. Si con aquel álbum Niño Josele se abrió nuevos horizontes, en Española ha llegado el momento de recapitular.

Abre el disco la composición que da título al CD, obra de McCoy Tyner, quien comparte con Bill Evans el Olimpo de los pianistas de jazz.

De nuevo, el almeriense hace suya la pieza y la hace respirar flamenco. Es la única composición que no está firmada por él.

En Española se siente el camino andado por Niño Josele. Las cuerdas de su guitarra se pasean con pasmosa seguridad por los diferentes retos que se va marcando. Cuando hay que ponerse flamenco, se pone firmes. Cuando arranca un viento de jazz latino, pues se le deja pasar y que refresque el ambiente.

Luego viene una rondeña, Camino de Lucía, luego una rumba Gloria bendita, después un homenaje a Bill Evans, Waltz for Bill, tras él otro a Bebo Valdés, Zapateado para Bebo, y una seguiriya Balcón de la Luna. Una muestra más de arte flamenco.

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