Fue el último concierto de su gira Efecto Nyno, para adentrarse inmediatamente en los estudios de grabación de cara a editar un nuevo disco en el otoño. Un fin de fiesta que convirtió el sábado el Auditorio Maestro Padilla en una fiesta del rap y el reguetón con acento flamenco, de la mano del cantante Nyno Vargas.

Una actuación que llenó el recinto de un público entregado, en una iniciativa de la asociación cultural gitana Chachipén y enmarcada en el programa Almería Summer Festival del Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería.

Nyno Vargas es un éxito del barrio, pero que gracias a las redes sociales se ha vitalizado a todas las barriadas del país y se ha convertido en un fenómeno que encanta a los jóvenes, como demuestran sus 100.000 seguidores en twitter y el numeroso público que llenó el Auditorio.

Una mano levantada para seguir el ritmo y la otra en el móvil para realizar fotografías a su ídolo. Y es que el mundo virtual estuvo muy presente durante toda la actuación, tanto por parte de los fans como los acompañantes del artista que no dejaron instante sin grabar o convertir en una foto que seguro se viralizará en las redes sociales.

Durante la actuación hubo tiempo para el rap, el reguetón y "el flamenquito", como él dice; para cantar el cumpleaños feliz a una niña de 8 años y ahí confesar que "cuando me di cuenta de que tenía fans menores, suavicé las letras de las canciones"; realizarse fotografías con los organizadores en el mismo escenario; compartir el momento con los seguidores del Auditorio y los que tiene en internet; y sobre todo bailar al ritmo de sus pegadizos temas.

El primer disco se llamó Chanelando del tema y en 2012 volvió a sorprender con un nuevo trabajo denominado Desde las 613. A Almería llegó para cerrar la gira El efecto Nyno.