La Plaza Pablo Cazard se llena de arte y colorido en el Día de la Danza

Nerea Aguilar leyó el Manifiesto en el Día de la Danza elaborado por el bailaor Israel Galván Más de 35 artistas mostraron su trabajo ante un público fascinado y sorprendido

Guille Pasoapaso con su danza tribal en la Plaza Pablo Cazard.
Guille Pasoapaso con su danza tribal en la Plaza Pablo Cazard.
D. Martínez

30 de abril 2015 - 05:00

La Plaza Pablo Cazard, a las puertas de la Escuela de Arte vivió ayer una actividad de gran relevancia en torno a la danza organizada por Nerea Aguilar Sanz (directora de Costa Contemporánea) con el apoyo de la Escuela de Arte de Almería y de la Compañía Anabel Veloso.

Ayer se celebraba el Día Internacional de la Danza y fueron muchísimos los artista que quisieron mostrar el trabajo que llevan a cabo con una breve actuación en este espacio céntrico, que llamó la atención de muchísimas personas que no quisieron perdérselo.

Participaron la Compañía Cristina Samaniego con danza oriental, Guille Pasoapaso con su danza tribal, Aime García y Ainoa Martínez de la Escuela bolera, Escuela Azabache, Vanessa Sánchez con Fusión flamenco-oriental, Marta Faura y Alicia Gallardo con funky-hip hop, un grupo de alumnas del Conservatorio de Danza, Laura Muñoz y Sandra Rubio con funky-hip hop; Mar Sénobua con funky y danza contemporánea, Georgina Sénobua con danza africana, Rocío Asensio y Cecilia Montenegro con danza contemporánea, y Alumnas del Conservatorio: alumnas de contemporáneo, a cargo de Rocío Asensio: María Beltrán Jiménez, Sonia Delgado Fernández, Sandra Juana Matas Matas, Mireia Mateo Loukota, Marina Oliva Morales, Cristina Piñero Salvador y Cecilia Montenegro y también Remedios Agustín Castaño, María Ángeles Callejón Segura, Paula Cuerva Yebra, Judith Fernández Mayor, Andrea Guillén Campos, Vera Palomino Patilla, Mar Piedra Blesa, Teresa Ruiz Higueras y Silvia Ureña López.

Nerea Aguilar subrayó que "a esta hora, en este momento, se están sucediendo diferentes actos en todo el territorio andaluz y hoy, en todas las ciudades del mundo, se celebra por todo lo alto la danza. Este año se le ha encargado a Israel Galván, bailaor y coreógrafo español, la redacción del Manifiesto por el Día de la Danza. Un manifiesto que se lee en distintas lenguas y en distintos lugares del mundo en cada celebración de este día internacional". Aguilar leyó el Manifiesto de Galván donde se apuntaba que "bailé mi primer dúo con mi madre, embarazada de 7 meses. Puede parecer una exageración. Aunque casi siempre bailo solo, imagino que me acompañan fantasmas que hacen que abandone mi papel de "bailaor de soledades". No querría decir Didi-Huberman: de soleares".

"De pequeño, no me gustaba el baile, pero era algo que salía de mí de una forma natural y fácil. Casi instintiva. Con el tiempo me di cuenta de que el baile curaba, me hacía efecto, casi medicinal, me ayudó a no ser tan introvertido y a abrirme a otras personas. He visto la imagen de un niño enfermo de ébola curándose a través de la danza. Sé que es una superstición, pero ¿sería eso posible?".

"Después, el baile acaba convirtiéndose en una obsesión que consume mis horas y que hace que baile hasta cuando me quedo quieto, inmóvil, apartándome así de la realidad de las cosas. No sé si esto es bueno, malo o necesario pero así es", apunta el Manifiesto

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