La colección del Reina Sofía muestra doce fotografías de Pérez Siquier

El fotógrafo almeriense Carlos Pérez Siquier forma ya parte de la colección permanente del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid. Precisamente, este genio de la fotografía estará presente junto a otros artistas universales en una sala con doce fotografías sobre La Chanca. Hace unos cinco años el Museo adquirió estas doce imágenes que ahora forman parte de esta colección permanente dentro del apartado del neorrealismo español de los años 60.

Pérez Siquier no podía ocultar su alegría al pasar a formar parte de la larga lista de artistas universales que muestran su obra en este gran Museo. "Esto permitirá que mi obra sobre La Chanca, en blanco y negro, permanezca durante mucho tiempo expuesta en un Museo de tantísimo nivel como el Reina Sofía. No se trata de una exposición temporal y ya está, sino que es una exposición permanente. Es una manera de inmortalizar mi obra".

El artista que ayer estaba en Alcobendas en Madrid, donde va a participar como jurado en un certamen fotográfico, tiene muy claro que "tengo ahora una actividad a mis años, que estoy sorprendido. No paro ni un día, continuo trabajando, hay varias exposiciones mías por medio país y encima me llaman a casi todos los eventos fotográficos que se producen en este país".

Pérez Siquier es considerado uno de los pioneros de la vanguardia fotográfica en España y Premio Nacional de Fotografía en 2003. Fue cofundador a finales de la década de 1950 de AFAL (Agrupación Fotográfica Almeriense) y de la revista fotográfica del mismo nombre, que sentó las bases de la nueva fotografía documental en España y aglutinó a una generación de fotógrafos como Masats, Terré, Cualladó, Ontañón, Miserachs, Paco Gómez, Schommer o Maspons.

En esa fecha realizó también su primera serie fotográfica en el barrio almeriense de La Chanca, un documento humanista que retrata gente sencilla de la calle de forma espontánea y que se convirtió en un punto de inflexión en la fotografía española.

En las obras posteriores la estética cambió y sus imágenes, ya en color, no buscan al individuo, sino fragmentos o detalles con una ironía y una construcción interna en la que prima el estilo pop. Su trabajo es un alegato subjetivo, muy moderno y personal, de sus vivencias y paisajes cotidianos.

Tiene obra en las colecciones permanentes de las fundaciones Telefónica, La Caixa y Foto Colectania y de las colecciones Cualladó y Ordóñez-Falcó, así como en el Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas o el CAF.