Manuel Francisco reina. novelista y poeta

"Retomaré la escritura de una novela"

  • El dramaturgo participa en el VII Encuentro de las Artes y las Letras del Mediterráneo en el Faro de Mesa Roldán junto a Almudena Guzmán, Antonio Manilla y Begoña Callejón

Manuel Francisco Reina es guionista y crítico literario.

Manuel Francisco Reina es guionista y crítico literario. / jorge quero

Manuel Francisco Reina (Jerez de la Frontera, 1974). Novelista, poeta, guionista, crítico literario y dramaturgo español. Realiza estudios de Filología Hispánica en Cádiz. Ha colaborado en prensa con Culturas de La Vanguardia, Diario de Cádiz, Europa Sur, entre otros. Sus obras dramáticas han sido representadas en el Carnegie Hall de Nueva York. En colaboración con la periodista Rosa Villacastín publica en 2014 La Princesa Paca, su versión cinematográfica, protagonizada por Irene Escolar y Daniel Holguín y dirigida por Joaquín Llamas, se estrenó en RTVE en 2017. Ha recibido diversos premios, destacando el premio Kutxa de poesía Ciudad de Irún o el Ibn Al-Jatib del centro de estudios hispanoárabes de Almuñécar. Finalista del Premio de la Crítica Andaluza de Narrativa, ha sido galardonado con el Premio Internacional de novela Histórica Ciudad de Zaragoza.

-¿Sus convicciones sociales y su lucha se ha visto reflejada en sus obras?

-Sí. Sobre todo en mis artículos periodísticos y mis colaboraciones con medios radiofónicos o televisivos. Creo que algo menos en mi obra literaria, propiamente dicho, porque soy muy esteta, pero también se desliza el pensamiento cívico en lo que escribes. Uno de mis poemarios más importantes, La Paternidad de Darh Vader, parte de una experiencia propia pero, al relatar los malos tratos infantiles se convirtió, y lo sigue siendo, en una herramienta para muchos y muchas que no eran capaz de canalizar esta vivencia tan dura.

-En su vida ha viajado por muchos países, pero ¿cómo se gestó y que sensaciones tuvo cuando presentó su primera obra en Nueva York?

-Después de la aparición de Los Amores Oscuros y su investigación, con la que saqué a la luz la historia desconocida de su último amor, Juan Ramírez de Lucas, hice una adaptación para musical flamenco que en su periplo recaló en el Carnegie Hall de Nueva York, en Broadway, en el mismo lugar donde reapareciera tras el exilio La Argentinita. Además de presentar esta novela en el Cervantes de la ciudad, pude recorrer algunos de los espacios donde paseó Lorca y, la verdad, comprendí aquella expresión poética suya al definir la ciudad como "de geometría y angustia". Sin embargo fueron vivencias muy intensas para mí, y donde no me sentí extraño. Es una ciudad que me gustaría vivir más a fondo y donde empecé a escribir un libro de poemas.

-Su novela Los amores oscuros, Premio Internacional de novela Histórica Ciudad de Zaragoza, que narra el último amor de Federico García Lorca la ha adaptado al teatro. ¿Cómo se gestó la creación de esta obra intensa?

-Sobre Los Amores Oscuros, a finales de 2010 llegó a mí, gracias a un amigo médico, cuya familia fue amiga de los García Lorca y de los Ramírez de Lucas, la historia de este hombre excepcional. Habíamos coincidido alguna vez en las entregas de premios del diario en el que ambos, con diferencias de años, habíamos colaborado en las secciones de cultura, además de los actos del Ateneo de Madrid al que se sentía tan unido desde los días de su relación con Lorca. Un periodista de la casa me comentó que le había elogiado mi manera de enfocar unas cartas a la poeta Pilar Paz Pasamar de Juan Ramón Jiménez que publiqué, al que él había conocido. ¿Quién podría imaginarse la historia que había detrás de su mirada curiosa y su experiencia? He de decir que, como la confidente de él en esta novela, no quise creer al principio pero luego, recordé que había leído su nombre en Agustín Penón, y que Gibson también lo citaba, y tiré de ese hilo hasta ir confirmando la historia. Desafortunadamente no pude tratarlo más que en los encuentros circunstanciales de los premios Mariano de Cavia, aunque sí pude percatarme de su enorme cultura, de su educación y de su enorme bagaje. A partir de ahí seguí investigando y me encontré con otras fuentes, como la familia Ucelay o el círculo de Luis Rosales, y encontré un material y una historia arrolladora. Comprendí que el ensayo no era su forma, sino la novela testimonio, un género poco usado en nuestra tradición a pesar de haber nacido en nuestra tierra, durante la Guerra Civil, de la mano de autores como Hemingway. La novela testimonio, o relato real, supone hacer una investigación histórica, periodísitica, literaria, y en vez de utilizar el ensayo, poner en pié la historia de forma narrativa. Creo que fue la mejor manera de transmitir la historia sin perder su intensidad ni su emoción.

-¿Trabaja en algún nuevo proyecto?

-Siempre trabajo en varias cosas. La vida últimamente no me ha dado mucha tregua, pero he sacado adelante la escritura de un libro de poemas importante para mí, veremos qué hago con él, y tengo que retomar la escritura de una novela, tangencialmente lorquiana, en la que llevaba varios años trabajando. Veremos…

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