Rocío Garrido muestra su poderío en el baile en un Apolo abarrotado

El flamenco más joven y vibrante se apoderó el sábado del Teatro Apolo de la capital con el espectáculo No es lo que soy, es lo que siento protagonizado por la joven bailaora almeriense Rocío Garrido. Un lleno absoluto en este espacio escénico de la capital almeriense correspondió al arte, la entrega y el poderío de esta joven bailaora, sin ni un solo hueco en ninguna de las dos plantas del recinto, en una noche en la que no acabaron los piropos, lo reconocimientos al arte y los ánimos para la artista.

Una cuidada puesta en escena y el talento y el garbo de una joven promesa del mundo del flamenco fueron los encargados de hacer de la noche del sábado, una de las más emocionantes de cuantas se han vivido sobre las tablas del Teatro Apolo.

En el espectáculo, la bailaora no estuvo sola en ningún momento, ya que le acompañaban a la guitarra Francis Hernández, que también se encargó de la dirección musical. Al cante e interpretando los temas que iba bailando la joven se encontraban Anabel Castillo, Sergio Gómez e Iván Vallejo.

La percusión estuvo en las manos de Moisés Santiago y Paco Torres como protagonistas y al bajo cerró el cuadro musical el joven Tomás Amador.

En el transcurso del espectáculo la bailaora repasó desde los palos más serios del flamenco, como la Soleá por bulería, hasta otros más alegres como las Cantiñas o las Farrucas, e incluso bailó por Tarantos.

Una pieza con la que la artista quiso rendir su particular homenaje a sus orígenes en un momento tan especial como era su primera actuación en solitario ante el gran público.

Con gran emoción y responsabilidad llevó este momento la joven Rocío Garrido quién no dudó en señalar que "para una artista novel poder compartir con todos los almerienses lo que siento al escuchar los primeros acordes del flamenco es algo muy grande y me arranco a bailar".

Rocío Garrido Joya es licenciada en coreografía e interpretación del baile flamenco por el Conservatorio Superior de Danza de Málaga. Desde que comenzó a estudiar en el Conservatorio de Almería, han sido muchos los profesores y los profesionales que la han ayudado en el camino, pero si hay una artista que la ha marcado de forma especial es Susana Lupiáñez 'La Lupi', toda una figura en el mundo del baile con quien ha compartido trabajo y ensayos durante más de un año en su compañía.

Con la del sábado, la carrera de Rocío Garrido subía un escalón más, con la emoción de actuar para los almerienses y el deseo de volver a repetir esta experiencia.