Cultura

Rodrigo Valero es invitado por Cuba para exponer imágenes de La Habana

  • El fotógrafo almeriense además presentará un libro con 50 fotografías junto a poemas y textos de Alexis Díaz Pimienta

El Consejo Nacional de las Artes Plásticas de Cuba ha invitado al fotógrafo almeriense Rodrigo Valero para realizar la exposición Esta es La Habana de los viejos muros, que se inaugura el 25 de septiembre en la Galería del Pabellón Cuba en La Habana. Esta muestra está dedicada al 500 aniversario de la fundación de la ciudad y en el marco del evento Oralitura Habana, organizado por la Asociación Hermanos Saiz y el destacado escritor Alexis Díaz Pimienta, cuyos poemas y textos acompañan a las imágenes.

Junto a la exposición que reúne unas 20 imágenes también se acaba de publicar un libro donde se incluyen 50 fotografías de La Habana con textos de Alexis Díaz Pimienta. Esta auténtica joya fotográfica incluye además un prólogo de Pimienta y otro texto de Nelson Ramírez de Arellano, director de FotoCuba.

Díaz Pimienta en su prólogo apunta que “Rodrigo Valero es un tipo curioso. A primera vista, parece un niño grande, tan fortachón, tan rudo: el típico grandullón de clase que inspira respeto por sus dimensiones, pero luego ternura por sus ingenuidades, por sus gestos traviesos e inocentes. Como si siempre estuviera haciendo guiños. Y los guiños, ojo, se parecen muchísimo a los clics fotográficos: cierre de un ojo, cierre y apertura del objetivo de la cámara tras un leve empuje al obturador”.

“Así que en aquel año 2000 -en julio- yo me vi acompañado por las calles habaneras por un fotógrafo almeriense con cuerpo de gigante y mirada de niño que no soltaba la cámara en ningún momento. Como los buenos poetas, Rodrigo Valero estaba todo el tiempo “escribiendo”, solo que sus poemas eran fotográficos. Un soneto a mis hijos dormidos en la misma cama; una silva a la ceguera sabia del Indio Naborí; un poema beat a mi cabeza mientras me pelaban; y miles de décimas y poemas en verso libre a esa Habana que lo sorprendió hasta borrarle los colores, La Habana en sepia, La Habana en tonos grises, La Habana en blanco y negro, una ciudad ya para siempre suya”, escribe Díaz Pimienta en el prólogo de esta obra.

“Este es un libro dual, fotográfico y poético. Las décimas son fotos versales y las fotos poemas visuales. Rodrigo escribe con la luz lo que yo fotografío con los versos”, sostiene el poeta y repentista cubano. “Este es un libro lleno de luces y sombras, como La Habana misma, su protagonista. Como cada uno de nosotros. Como Rodrigo Valero. Como yo. Como cada lector que entre en sus páginas. Un libro que ha tardado casi veinte años en nacer, ¿pero qué son veinte años para una ciudad que está celebrando cinco siglos? Este es nuestro homenaje, nuestro regalo a la ciudad, y sobre todo, a sus habitantes. Un libro y una exposición fotográfica con fotos llenas de vida real, de personas reales, protagonistas de sus propias vidas, habaneros “de a pie”, niños, niñas, adultos que o se dejaron retratar o fueron sorprendidos por el curioso turista español detrás de la Canon analógica que le compró su padre cuando era estudiante de Bellas Artes en Sevilla”, sostiene Alexis Díaz Pimienta.

Rodrigo Valero está muy ilusionado con volver a La Habana, ya que estará el día 25 en la inauguración de la exposición, y disfrutar de una ciudad que le dejó grandes huellas en su primera visita. Su forma de mirar y su forma de entender la fotografía, con el ‘instante decisivo’ del que hablaba Cartier Bresson han hecho que el almeriense capte unas imágenes únicas. Y eso que La Habana se ha fotografiado muchísimo, pero Valero mezcla otros ingredientes.

También está feliz porque Cuba haya decidido invitarlo para que muestre estas fotos y además presente un libro que es una joya documental. Pasarán los años y ese libro ofrecerá una visión muy especial de una ciudad que enamora y llega al corazón como es La Habana en Cuba.

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