Del buen momento profesional que atraviesa la carrera de Rozalén tras años de "malvivir" como cantautora por Madrid da cuenta la grabación, tras sólo dos álbumes de estudio, de su primer disco en directo, el cual, entre sus momentos más singulares, recoge un dueto a ritmo de copla junto a su madre.

"Ella es la gran artista de la casa y ese fue el momento más emocionante de todo el disco. Tengo muchas ganas de que vea el DVD, de que se escuche y vea su nombre. La han bautizado artísticamente Angelita de Letur, por su pueblo".

Juntas interpretan Y sin embargo te quiero, porque si hay algo que une a madre e hija es la copla y que son "muy Almodóvar las dos a la hora de sentirlo todo mucho". Son 22 las canciones que reúne este Quién me ha visto... y quién me ve (Sony Music), que se publicó ayer y retrata la gira de presentación de su segundo álbum, Quién me ha visto, que alcanzó el número 1 en ventas en España.

Del tour, presume que "está siendo eterno, como el anterior, lo que es buena señal". El lugar elegido para inmortalizarlo fue el Palau de la Música de Barcelona, un marco incomparable "y emblemático" en una de las ciudades que María de los Ángeles Rozalén llama "más hogar".

"Aquella noche la recuerdo superespecial. Cuando llegué a la prueba de sonido lo lloré todo, me relajé y salió espectacular, sin apenas fallos, con muchos compañeros y gente que nos quería, que hicieron que, aunque aquel era un lugar muy grande, desde el escenario yo lo sintiera pequeño", rememora. Reconoce que ha disfrutado de una oportunidad, la de grabar un disco en vivo, que pocos artistas pueden hacer realidad tan pronto. "Hubiera esperado a tener muchas más canciones, pero me lo propusieron desde la discográfica, porque decían que los discos estaban bien, pero que había que vernos en directo", señala.