Cultura

S.O.S. Famosos para defender el cartel

Dicen los actores que las tablas de un teatro son la mejor escuela para aprender su oficio y, tal vez por eso, todos sueñan con formar parte de una función al menos una vez en su vida. Además, la inestabilidad laboral -con más o menos ofertas en función del momento- provoca que, hacerse cargo de una obra, suponga una alternativa más a las épocas de sequía cinematográfica o televisiva pese a que no se traten las anteriores de reglas matemáticas. Precisamente si por esas razones fuera, carecería de explicación el reto que, la imagen femenina que más minutos copa en La Sexta, Patricia Conde, ha decidido afrontar. O subir, mejor dicho. Los 39 escalones es el título al que, desde el pasado día 27 de agosto, Conde da vida en el madrileño Teatro Maravillas junto a consagrados de la solidez de Gabino Diego.

Basada en la mítica película de Alfred Hitchcock, esta comedia desarrolla un divertido argumento de misterio y aventuras donde, entre los cuatro intérpretes que la conforman -los mencionados Patricia y Gabino, más Jorge de Juan y Diego Molero-, llegan a representar hasta ciento treinta y nueve personajes. Ahí, la presentadora de Sé lo que hicisteis, se convierte cada noche en una misteriosa espía, una sumisa ama de casa y una intrépida aventurera con la que, la compañía al completo, pretende repetir el mismo éxito al menos que el ya ha cosechado por dicho montaje en salas de grandes ciudades como Londres o Nueva York.

Por su parte, tras uno de esos periodos antes referidos en los que apenas se sabido de ella -a excepción de su participación en Mira quién baila-, Victoria Vera constituye uno de los grandes atractivos para el rescate que, en el Teatro Príncipe Gran Vía, se ha hecho de La decente, texto de Miguel Mihura que cuenta, en esta ocasión, con el vestuario del diseñador Elio Berhanyer y un reparto en el que también figuran veteranos como Manuel Galiana o Ana María Vidal. Vera, uno de los mitos eróticos de la transición española, es Nuria, señora que no tiene inconveniente en solicitar a un amante eventual que éste acabe con el marido de ella para poder dar, "decentemente", rienda suelta a su relación. Bajo la batuta de Gustavo Pérez Puig, la diversión está servida desde que, el jueves pasado, alzaran el telón por vez primera.

Mientras, de los nervios andan en el Teatro La Latina los integrantes del elenco de Mentiras, incienso y mirra, entre los que encontramos a la sevillana Elisa Matilla y a Jordi Rebellón, muy conocido por sus apariciones en Hospital Central, de Tele 5. Ambos, con Ángel Pardo, Marta Belenguer, Ana Pascual y Jesús Cabrero, tendrán entre manos, a partir del miércoles que viene, un argumento desarrollado durante una inolvidable noche de Reyes. Es entonces cuando, seis amigos de juventud que han dejado de ser adolescentes, añoran épocas que se fueron y deciden hacer aflorar frustraciones casi olvidadas.

Una semana más tarde, el dieciséis, se producirá el esperado reencuentro con un clásico en el arte de la seducción como es el del asturiano Arturo Fernández. Orgulloso de sus más de cuatro décadas como actor y empresario, Fernández apuesta en esta ocasión por La montaña rusa, mano a mano con Carmen del Valle. Alabados por premios y unas fructíferas trayectorias, estos dos "pesos pesados" de nuestra escena desarrollan una trama donde nada es lo que parece.

Y, aunque los musicales tarden un poquito más en arrancar que el resto, también lo harán a ritmo de melodías tan populares como las de Grease, cuyo arranque está previsto para el 30 de septiembre en el Nuevo Alcalá. Allí se dará cita un amplio equipo de músicos, bailarines y cantantes entre los que los destacan dos nombres femeninos: Edurne y Elena Gadel, ex participantes de OT y uno de los mejores "ganchos" para convencer al respetable a revivir las andanzas de Danny Zuko, Sandy, Rizzo y todos estos estudiantes a punto de terminar su ciclo de enseñanza en el instituto. Por otro lado, Enamorados anónimos, auspiciada por la empresa de Nacho Cano, Hoy no me puedo levantar, dará forma a un guión basado en el amor de parejas que se buscan y se encuentran a través del hermoso hilo conductor de coplas clásicas que sonarán en las voces de andaluces como Carlos Vargas -protagonista masculino- o, como estrella invitada durante una temporada, Pasión Vega. Con el inconfundible sello de Javier Limón, promete ser uno de los mejores shows del año tal y como se anuncia a lo grande en la Gran Vía de la capital el Teatro Rialto.

Para terminar, Un Dios salvaje es la pieza de Yasmina Reza que más expectación está despertando pues reunirá, en el Teatro Alcázar y desde el 2 de octubre, a Maribel Verdú, Aitana Sánchez-Gijón, Pere Ponce y Antonio Molero en un duro retrato de la sociedad actual que parte de una discusión entre madres tras la pelea de sus hijos pequeños en el parque. A partir de ahí, las dos parejas empiezan a defender su territorio hasta alcanzar un punto álgido de extrema violencia y evidente insatisfacción con sus propias existencias.

De la misma autora, Arte ha unido a Luis Merlo, Iñaki Miramón y Alex O´Dogherty en el que constituirá, seguro, un nuevo triunfo para sus promotores cuando entren para arrasar la taquilla del espacio en Madrid que finalmente les acoja.

Bajarse al moro, con Charo Reina en el Teatro Principal, o Una pareja de miedo, duelo en el Teatro Reina Victoria de dos titanes del humor como Florentino Fernández y Josema Millán -que repiten temporada-, conforman también un atractiva ruta cultural y lúdica en la que las posibilidades son ilimitadas. Desde las risas al llanto, el teatro garantiza pasar una tarde alejada de nuestras preocupaciones cotidianas y eso, tal y como está el patio, es suficiente excusa para dejarnos llevar a esas otras realidades aquí reflejadas. Reserven, por tanto, su entrada pues, los espectáculos, están a punto de comenzar…

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