Samuel pasa a las semifinales de La Voz con más del 100%
El almeriense contó con el mayor porcentaje de su coach, Malú, y el público también lo premió con la máxima votación, un 56%
En el próximo programa se enfrentará a la gran voz de Charo
No las tenía todas consigo en las audiciones a ciegas cuando solamente se giró Malú en la interpretación de su Reggaetón lento. Pero su coach tuvo un buen presagio y Samuel Cuenda ya está en las semifinales del talent show de Telecinco, La Voz.
En los directos, el almeriense obtuvo el porcentaje más alto de los que se han sumado en esta edición, un 106%. Malú apoyó al almeriense con el dato más alto, el del 50%, y el público hizo lo propio votándolo como el mejor artista de los tres, con un 56%.
Este porcentaje no es de extrañar si se tiene en cuenta que Samuel Cuenda es un viejo conocido de programas musicales como Operación Triunfo 7 en 2009 en la que quedó en octavo posición. Además, ha trabajado en la cadena formando parte de los Supersingles en el programa ¡Qué tiempo tan feliz!, de María Teresa Campos.
Además de Reggaetón lento, sorprendió cambiando de registró con la balada Sólo tu, de Carlos Rivera y para su actuación en los directos interpretó Mama, de Jonas Blue. Malú destacó el swing y la destreza en el baile sobre el escenario del almeriense, y su versatilidad.
A la hora de justificar los porcentajes, la artista asegura que todos se merecían el máximo pero a Samuel se lo debía por dejarle elegir este tema y no escoger una canción con la que luzca más.
Pero el porcentaje de la coach no fue determinante ya que el almeriense hubiese pasado a la semifinal con el apoyo del público que le otorgó un 56%, frente al 30% de la voz flamenca Genara y el 14% del portugués Ricardo.
El camino todavía es complicado para el almeriense porque en las semifinales se tendrá que enfrentar a la gran voz de Charo para llegar a la final del programa, alzarse con el premio final y convertirse en la voz de España.
El almeriense tiene bastantes papeletas para alzarse con la victoria después de desprenderse con un porcentaje muy alto de dos rivales muy fuertes y con grandes voces.
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