Sara Baras, el taconeo por la esperanza de vivir la libertad

Un vaivén de emociones. El espectáculo La Pepa, de Sara Baras, consiguió anoche sobrecoger, sacar una mueca de alegría y transportar a otra época a los asistentes que decidieron dar la bienvenida a la inauguración del Festival de Teatro de El Ejido, que una vez más cuenta con una de las grandes compañías de España para empezar con buen pie. El espectáculo comienza con poca luz y representando el miedo y los desastres de la guerra, siempre con el baile como instrumento para contar cada momento de la representación. Cantaores que verbalizan situaciones y bailaores que interpretan sentimientos. Un elenco de artistas que se dejó la piel sobre el escenario para transmitir la fuerza e importancia de este momento histórico de España. Con una gran exquisitez, entró Sara Baras a escena. Movimientos lentos, pero definidos, el vuelo de su falda giraba elegantemente como si se estuviera moviendo a cámara lenta, pero esta suavidad en los gestos, no le restaba fuerza a su taconeo que siempre componía un ritmo incesante. Al escenario se le fueron añadiendo más elementos decorativos para contextualizar el momento. Los bailaores, con una coreografía muy estudiada para una total sincronización, también iban ataviados con trajes de la época. El ritmo del taconeo y la música marcaban distintos palos como seguirilla, fandango y bulerías, entre otros, pero también iban acompañados de situaciones históricas concretas para que el público pudiera sentir ese sentimiento de alegría con el primer texto constitucional, el monumento a La Pepa o el fin de fiesta.