Terque vive una jornada de recuperación de oficios antiguos en sus calles

Tradición

Cientos de personas llenan las calles del municipio rememorando los viejos oficios

Guillermo García Alarcón, Eduardo Ortega y Manuel Belmonte fueron los encargados de hacer los barriles de la uva. / Reportaje Fotográfico: Diego Martínez
Diego Martínez

08 de octubre 2023 - 21:21

María Pérez a sus 82 años acude cada año a Terque a participar en la Jornada de Recuperación de Tareas y oficios antiguos. Ella domina como nadie realizar todo lo que pasa por su imaginación con esparto. Bernardo Ocaña sigue la tradición de Ángeles López, fallecida hace ya siete años, y que dominaba el telar como nadie.

Estos dos creadores forman parte de los 40 oficios que se daban cita ayer domingo en las calles de Terque. El segundo domingo del mes de octubre se viene celebrando desde hace 19 años esta tradición que aglutina a tanto publico en esa jornada.

El objetivo de esta Jornada es la puesta en valor y el recuerdo de todos aquellas tareas, oficios o trabajos tradicionales que hoy han desaparecido o están en franco retroceso. Los rápidos cambios sufridos en las últimas décadas por las formas de vida tradicionales han puesto en peligro de extinción y olvido tareas y oficios que fueron esencia de la vida cotidiana durante siglos y siglos. Se abandonan, y con ellos se pierde un saber y un conocimiento ancestral, una cultura imperecedera que solo algunos viejos artesanos conservan en sus memoria y en sus manos.

Los trabajos relacionados con la agricultura parralera fueron el centro vertebrador de las actividades: la elaboración de los tradicionales barriles para la uva de embarque que contó con Guillermo García Alarcón de 83 años, Eduardo Ortega de 72 años y Manuel Belmonte, de 83 años y los trabajos del enfaenado de la uva: limpieza y envasado que lo llevaron a cabo un grupo de mujeres de Terque bajo el parral.

Cada año nuevos oficios y trabajos se van incorporando. En total más de 40 oficios y tareas diferentes: el pregonero, el afilador, el lañador, la matanza, la cestería de cañas y esparto, el lavadero, etc… Este año traía novedades como el secretario con su máquina de escribir, el fotógrafo minutero realizando fotografías de recuerdo escolar, o el zapatero con la familia Benavente de Almería, la más antigua generación de zapateros de España.

El folclore estuvo representado por la Cuadrilla de Sorbas, la Agrupación Folclórica Alcazaba de Almería y el acordeonista Julián Sánchez. Para los niños se prepararon dos talleres, uno de juegos tradicionales y otro de encalado de paredes.

La jornada cada vez con una mayor participación de visitantes y artesanos de toda la provincia llegados desde Alhabia, Sorbas, Terque, Huércal Overa, Pechina, Berja, Alhama, Macael, Huécija, Canjáyar, Alcolea, Laujar y Almería fue, una vez más, un rotundo éxito.

La actividad estaba organizada por el Ayuntamiento de Terque y la Asociación Amigos de los Museos de Terque y colabora la Diputación de Almería. De hecho, la jornada inaugural ayer corrió a cargo de la diputada de Cultura, Cine e Identidad almeriense, Almudena Morales acompañada por el alcalde de Terque, Daniel Herrada y el director de los Museos de Terque y alma mater de la Jornada, Alejandro Buendía.

A las actividades en la calle hay que sumar dos exposiciones temporales efímeras, Las Sillas del Museo e Historias de la Televisión. También se pudieron visitar todos los Museos y la exposición temporal La Revista Ilustrada en España, en la Cueva de San José. Fue una jornada intensa con muchísimos visitantes en Terque.

Los artesanos de antaño van pasando al olvido

El tiempo de los artesanos, de los oficios va quedando en el olvido. Muchos de los objetos que utilizaban los hombres salían de pequeños talleres y tiendas o llegaban de la mano de oficios ambulantes. Hoy, la mayoría de las manufacturas nacen en fábricas e industrias donde las máquinas han sustituido al lento y primoroso trabajo de herramientas y manos de viejos artesanos. En cualquier bajo de alguna casa, había un negocio, una tienda, un pequeño taller, lugares cercanos, de vecindad, de sabiduría donde te conocían, donde a veces te atendían de fiao. Cada oficio era un arte, que se aprendía tras años de experiencia, que comenzaba desde la niñez al entrar de aprendiz. Otros eran trabajos ambulantes, el lañador que daba una segunda oportunidad a fuentes y cántaros. El afilador que hacía sonar su inconfundible silbato, cuchillos, tijeras y navajas salían a su encuentro. Muchos de ellos han desaparecido, - los barrileros, los lañadores - otros han vivido en los últimos años la decadencia de sus oficios. Eran otros tiempos.

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