Cultura

Tomatito y Michel Camilo 'dialogan' con la guitarra y el piano en Almería

  • La Plaza de la Catedral se llenó el sábado en el tercer recital del Festival de Flamenco

  • La semana próxima, Sara Baras y Miguel Poveda

Muestra de genialidad cuando dos músicos como Michel Camilo y Tomatito, estrellas en sus respectivos géneros, consiguen romper con la tradición de los resultados poco fructíferos entre guitarra y piano y forjar un universo propio en el que teclas negras y blancas del jazzista dominicano y las seis cuerdas del flamenco almeriense dialogan entre pasión y técnica.

Así lo demostraron con composiciones trabajadas con mimo en sus arreglos de otros nombres como Chick Corea, Astor Piazzolla, Ennio Morricone, Charlie Haden, Erik Satie o Egberto Gismonti y otras piezas propias, el sábado en la Plaza de la Catedral. La tercera de las grandes veladas del 52º Festival de Flamenco y Danza de Almería, programado por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería y del que Cruzcampo es el patrocinador principal.

Tomatito y Camilo ofrecieron el cuarto concierto de una nueva gira que viene a conmemorar de alguna manera sus 20 años de relación cuando, tras colaboraciones esporádicas, comprobaron que habían sido tocados por los hados para tocar y crear juntos.

La naturalidad de su fusión del jazz latino y ritmos caribeños del pianista, con la querencia flamenca y de raíz del guitarrista, está muy lejos de imposturas forzadas y de uniones con propósitos más allá de los musicales. Todo en su música fluye con brío, con una elegancia incontenible, ya sea por pasajes más melódicos y reposados, como en los más pasionales esbozos de tangos o bulerías, siempre tamizados por las teclas de Camilo.

Libertango desplegó el cartel de bienvenida en el arranque. Placeres conocidos para dar salida a continuación a temas de Spain Forever, el álbum con el que cierran una trilogía fundamental y multipremiada. Agua e Vinho, de Egberto Gismonti o Our Spanish Love Song, de Charlie Haden. Una Plaza de la Catedral a rebosar disfrutaba el cariz romántico de Bésame mucho y la versión del Cinema Paradiso del eterno Morricone.

También saldrían a relucir las divertidas y fiesteras Armando's Rhumba de Chick Corea y La Vacilona, de Tomatito, que intercalaría A mi Niño Jose, el tema que compuso el almeriense en Nueva York, en una fría tarde de invierno, y la preciosista delicadeza Gnossiennes No. 1 de Erik Satie, minutos de deleite con la fachada de la catedral-fortaleza como imponente telón de fondo.

Ya en el tramo final, la suerte improvisada de La Fiesta, en la que el nervio rítmico fue un crescendo constante, despediría el concierto antes de los dos últimos bises, el Two Much, tema compuesto para el cineasta Fernando Trueba, y Spain, composición total entre la raza flamenca y el impulso más vitalista del jazz, que puso el colofón al sobresaliente repertorio.

La siguiente semana continuará el Festival con los grandes conciertos que pasan a la Plaza de Toros. El viernes, 20 de julio, con Sara Baras y Sombras. Todo un derroche de maestría por una decena de palos del flamenco. El domingo, 22 de julio, llegará la clausura, por todo lo alto, con Miguel Poveda, presentando su disco Enlorquecido, como colofón final en cuanto a las citas estelares.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios