Triunfo de la Fiesta y Álvaro Sánchez en la que cerró el ciclo

La tarde de ayer volvió a dejar claro que en Almería hay afición a los toros y que pese a que el ciclo, de forma oficial, acabó una semana antes, es mucho el público almeriense que disfruta con el albero, la capa y la muleta. La novillada en clase práctica, en una tarde calurosa, arrancó con el alumno Marcos Caro, de la Escuela de Castellón. Este recibió a su primer novillo de la tarde con una media de rodillas. A la segunda que intentó, el novillo, suelto de inicio, le rajó el capote. El madrileño Álvaro Sánchez realizó un bonito quite que concluyó de rodillas antes del tercio de banderillas. Estuvo predispuesto el castellonense ante un primer eral de Apolinar Soriano nada fácil, que fue noble y que tuvo fuerza. Estuvo variado en su faena pero con varios sustos por parte de su enemigo, que lo desarmó en varias ocasiones. Pinchó en su primer intento y a la segunda le sacó la espada por el lado. A la tercera logró una estocada con la que el novillo se arrodilló.

Álvaro Sánchez recibió al segundo de la tarde, un castaño enrazado con una media larga de rodillas. Estuvo fino con el capote, demostrando que está ya curtido en bastantes batallas. El almeriense Juan Diego hizo un bonito quite por chicuelinas que tuvo la réplica de Álvaro Sánchez antes de poner este mismo los tres pares de banderillas en una bonita tanda. Brindó el novillo al respetable antes de cuajar los primeros pases con la muleta con una serie de estatuarios. Con muchas ganas y temple cuajó Sánchez otro novillo complicado que fue de más a menos y que incluso lo revolcó prácticamente finalizada su faena. Se repuso con genio el alumno de Guadalajara antes de una serie de molinetes previa a una estocada con la que se arrodilló el novillo. Fue premiado con las dos orejas tras petición mayoritaria.

El primero de los dos almerienses, Juan Diego, saltó al albero con ganas de demostrar todo su potencial ante su público y afición. Recibió al tercero de la tarde, de capa negra, con dos faroles de rodillas y una serie por delantales en la que se vio atropellado por el novillo. Hizo el quite su compañero de la Escuela Taurina de Almería Jorge Martínez, por chicuelinas. Estuvo poderoso Juan Diego en los dos primeros pares de banderillas y titubeante en el tercero, que resolvió luego con un cuarto par. Ya con la muleta, tras brindar su novillo al público, no pudo lucirse con un eral de Apolinar Soriano con poca fuerza. Pinchó Juan Diego a la primera y logró una estocada a la segunda con la que el novillo se amarró a la vida tras cinco puntillazos del puntillero con el que finalmente se arrodilló.

Tras el protocolario descanso con la merienda incluida inició el otro almeriense encartelado, Jorge Martínez. El murciano de origen pero inculcado en la Escuela Taurina de Almería, comenzó la faena con una larga cambiada de rodillas y vistosas verónicas antes del tercio que cuajó el malagueño Rafael León por chicuelinas. Levantó Jorge Martínez los aplausos más fuertes de la tarde con una gran faena con la muleta basada en el temple y en el arrimón. No pudo conseguir el triunfo al fallar con los aceros. Tras descabellar varias veces después de varios estoconazos y un aviso, se echó el novillo. Saludó desde el tercio y fue ovacionado.

El quinto de la tarde fue para el malagueño Rafael León, quien lidió al mismo con templanza en la capa. El quite fue del último de los comparecientes, Alberto Martín. El alumno de Málaga dejó destellos de su buen hacer en una de las escuelas más prestigiosas de Andalucía. Lo intentó por ambos pitones, estando mejor por el izquierdo. Concluyó la faena con varios molinetes antes de lograr una estocada tendida que salió por el lateral izquierdo del novillo. Una segunda estocada hizo que se arrodillase el novillo. El presidente le concedió una oreja tras petición.

Tras el sorteo de un capote del diestro granadino David Fandila 'El Fandi' entre los aficionados, se corrió el último novillo de la tarde, que fue lidiado por Alberto Martín, de la Escuela Taurina de Colmenar Viejo. El novillero le tocó el peor de la tarde, un novillo áspero y con poca nobleza que buscó las tablas desde inicio. Intentó el alumno de Colmenar cuajarle varios pases pero enfrente tuvo un eral que no se lo puso nada fácil. Cuajó media estocada en su primer intento y un pinchazo en el segundo. En el tercero, tras una estocada algo desprendida, se echó el novillo.