Vélez Rubio recibe parte de los fondos de Fernando Palanques

Candela González Palanques, nieta del historiador velezano Fernando Palanques Ayén, autor de la mítica y famosa Historia de la villa de Vélez Rubio (1909), entre otras muchas obras, ha donado una importante colección al pueblo de Vélez Rubio.

En el acto de la donación, el Ayuntamiento estuvo representado por el alcalde, Miguel Martínez Carlón-Manchón; la concejala de Cultura, Concepción Pérez; el concejal de Hacienda, José Marrero y la directora de la Biblioteca local, Julia Pérez Ibáñez, quienes agradecieron profundamente este gesto de generosidad de Candela González, poniendo así a disposición de estudiosos, interesados y curiosos de la historia local unas fuentes documentales de gran valor, principalmente, parte de las colecciones de prensa velezana fechadas entre 1876 y 1920.

De este modo, continúan con las actividades que desde hace meses se están realizando en torno al historiador, poniendo en valor y recuperando para muchos la figura de Fernando Palanques Ayén (1883-1929), uno de los personajes más relevantes de la reciente historia velezana, en especial, por su aportación a la cultura y la investigación histórica de Vélez Rubio.

En ocasiones anteriores se le ha reconocido su labor de archivero y cronista local (años 20), su nombre para la antigua calle Correa (1942) y para la Biblioteca Pública del municipio (1950); reedición de parte de su obra (Revista Velezana en varios años); estudio y biografía (2001); exposición y folleto divulgativo sobre su vida y obra; placa de homenaje (octubre, 2014). De manera que la actual donación constituye la culminación de un largo proceso de rescate de su obra y reivindicación de su considerable legado cultural.

Dentro de su amplísima labor literaria y ensayista, pendiente aún de un estudio riguroso, destaca sobre manera la famosa Historia de la villa de Vélez Rubio, editada por primera vez en 1909 y, posteriormente, en 1987. Fue un gran animador, impulsor y recopilador de la prensa velezana del periodo de la Restauración (1876-1923), de ahí que, entre su interesante legado, sin duda, lo más destacable sean las numerosas colecciones de periódicos, de las que él mismo fue director, colaborador y apasionado lector y coleccionista.

Una parte de su fondo documental se ha extraviado, desaparecido o está en manos de otros particulares; pero, afortunadamente, en 1997, ante la eventualidad del derribo de la vivienda donde vivió, la familia Egea-González, descendientes del insigne historiador, rescataron una importante masa de documentos impresos y manuscritos poniéndolos a salvo de su inminente e irreparable pérdida.

Estando interesados tanto la familia Egea-González como el propio Ayuntamiento de la localidad en garantizar la conservación, custodia y divulgación de los documentos, la colección se depositará en la Biblioteca Pública Municipal Fernando Palanques Ayén y en el Museo Comarcal Miguel Guirao de Vélez Rubio; y se comenzarán las tareas para su adecuado depósito, la digitalización de los documentos impresos y la posibilidad de incrementar el fondo con nuevas aportaciones.

Fernando Palanques realizó sus estudios de bachillerato en el colegio de la Purísima Concepción de Vélez Rubio. Marchó a Madrid para estudiar Filosofía y Letras y fue profesor del Colegio Martínez de la Rosa; sin embargo, renunciando al previsible brillante porvenir que parecía tener en la capital de España, vuelve a su pueblo y, en una clara situación de precariedad laboral, se dedica a tareas muy diversas: impresor, profesor de academia, archivero, corresponsal de prensa (La Crónica Meridional).

Fue uno de los principales animadores de la prensa cultural y política velezana entre 1889 y 1917, dirigiendo varios semanarios. Escribió algunos libros como Un filántropo y una obra pía (1903), El guardián de San Francisco (1904), Apuntes genealógicos y heráldicos de la villa de Vélez Rubio (1910), Los últimos días de un escéptico (1912).

Fue el historiador más célebre de los Vélez y uno de los más relevantes del sureste español, desarrollando una extraordinaria labor divulgativa en beneficio de su país. Fue el que primero dio la voz de alarma sobre la venta del castillo de Vélez Blanco en la primavera de 1904.