Música

Víctor Manuel hace un repaso a sus grandes temas en el Teatro Auditorio de Roquetas

  • El artista se mostró feliz de cantar en el municipio después de muchos años

La gira 75 aniversario La vida en canciones. El escenario lo cura todo del cantante Víctor Manuel pasó este sábado por el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar. El cantante asturiano estuvo cerca de dos horas y media sobre el escenario, y el colofón fue el descubrimiento de la butaca de honor que lleva su nombre ante un Auditorio que se llenó al completo.

La noche arrancó con el tema Danza de San Juan y continuó con Quiero abrazarte tanto y Bailarina. “Hacía un montón de años que no cantaba en Roquetas. Estoy muy feliz de estar cantando en este Teatro Auditorio maravilloso. Si me descuido un poco más ya no vengo a este Auditorio” señaló.

Luego llegó el tema Luna del que Víctor Manuel contó que “los que pertenecen al signo Cáncer se pasan toda su vida desviviéndose porque la gente que esté a su alrededor estén agusto, estén cómodos”.

“Cuando yo estudiaba solo podías aprender francés, lo cual te acercaba a la música y las películas francesas. La primera vez que perdí la cabeza por una mujer, fue por Brigitte Bardot. Ahora es muy pesada, pero cuando era joven era maravillosa. Vi muchas veces una película suya titulada Babette se va a la guerra. Siempre tenía la precaución de sentarme al lado de Juanita que estaba mucho más al alcance de mi mano, que era rotundamente guapa”. Luego llegaría el gran tema A donde irán los besos.

Continuó con la canción Sube al desván y Ay amor, uno de los grandes temas de Víctor Manuel y Nada sabe tan dulce como su boca. El concierto continuó con El hijo del ferroviario y luego hizo dos canciones consideradas por el artista como ‘desgraciadas’, ya que “uno las hace con muchísimo cariño y después se quedan perdidas en un disco”. Hizo el tema Me gusta saber de ti. “Una tarde mi hija Marina llegó del colegio y me preguntó si le había escrito alguna canción. Es cierto que cuando era muy pequeña le hice un tema. Esa tarde pensé y le hice un tema que lleva por título Nada nuevo bajo el sol.

En el ecuador del concierto, Víctor Manuel recordó que ha escrito más de 500 canciones. “Nunca se me hubiera ocurrido escribir una canción como La Madre, una historia que leí en un periódico en Italia. Una madre que descubre como su hijo cae en la droga y como va hundiéndolo día a día y ve que por mucho que haga no tiene cura posible. La decisión que toma ella, durísima, brutal, es comprar la más pura para que su próximo viaje sea el último y así acabar con todo”.

Siguió Víctor Manuel con varias canciones en acústico de los años 60 y 70. Así sonó el tema La Romería, Paxarinos y Carmina. “Recuerdo perfectamente cuando escribí la canción El cobarde. Iba en un tren desde Madrid hasta mi pueblo y leía la Gaceta ilustrada. Venía un reportaje de la Guerra de Vietnam, era 1967. Un soldado decía en el reportaje que no sabía lo que hacía allí, y repetía una y otra vez por quién luchaba él”.

Seguidamente llegaría Allá arriba al norte para dar paso a una canción desgraciada. “La hice para el disco Sin memoria y tampoco el disco funcionó bien. Esta canción quedó sepultada en ese disco y me gusta mucho, la canto a ver si os convenzo. Se titula Canción pequeña”. El tema Cuelebre que hizo Víctor Manuel estaba dedicada a una de las mitologías que circulan por Asturias. El cuelebre es una serpiente con alas y con escamas de pez”.

“Hace unos 40 años hice una canción para que Ana la cantase que se titulaba España, camisa blanca de mi esperanza. Una canción escrita en un momento muy especial. En estos años, el país se ha transformado”, dijo mientras entonaba el tema Digo España.

Uno de los grandes temas de la noche fue Solo pìenso en ti. La intrahistoria de la canción contada por Víctor Manuel llevó la emoción al público. “Esta es la canción que más alegrías me ha dado en muchos años. Tuve conocimiento de una residencia para discapacitados profundos en la provincia de Córdoba, donde convivían ambos sexos. Era una experiencia pionera en 1978. Los discapacitados se enamoran de forma intensa y había familias que no concebían facilitar anticonceptivos para los chicos. Cuando leí el reportaje en un periódico me fascinó la historia de Mari Luz y Antonio que se agarraban de la mano y paseaban por el jardín. Se casaron y han tenido tres hijos, dos universitarios y el tercero mecánico. Son historias de la vida que salieron bien”.

Otro gran tema fue El abuelo Vítor, donde Víctor Manuel luego explicó que “mi abuelo Víctor era un hombre especial y era muy guapo. Nunca me dijo si había escuchado la canción, pero un día si me dijo que porque iba contando por ahí que la abuela le escondía el tabaco”. El final del concierto fue con Soy un corazón tendido al sol y Asturias. Fue un concierto memorable.

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