Cultura

Walter Gropius, 125 años del arquitecto del cristal

  • El que fue creador de la afamada escuela Bauhaus es uno de los maestros del movimiento moderno del siglo XX y marcó un antes y un después en el diseño

Los edificios de líneas sobrias y depuradas, de estructuras de acero y grandes ventanales de cristal, las zonas urbanas habitables y la unión de la tecnología y del arte, todo ello fue propugnado por Walter Gropius, de quien se conmemoran 125 años de su nacimiento.

Ante todo, a Gropius se le rememora como el director y fundador de la Escuela Bauhaus, que marcó un antes y un después en el diseño, la educación artística y la arquitectura en Occidente y hasta en Oriente Medio, debido a sus pupilos y al profesorado, que en parte era judío y tuvieron que huir con el ascenso al poder de los nazis.

Gropius fue uno de ellos y junto a su esposa, Ise, en 1933 sufrió el exilio primero en Reino Unido y después en EEUU, por lo que sus tesis siguieron propagándose en universidades y estudios especializados y así de forma continua marcó a generaciones de arquitectos y artistas del siglo XX.

La Bauhaus -que fundó Walter Gropius (Alemania 1883-EEUU 1969) y del que escribió su manifiesto en 1919- fue la escuela de arte europea que capitalizó la I+D (investigación y desarrollo) sobre las bellas artes, el diseño y las artes aplicadas y, más tarde, sobre arquitectura.

Esta relevancia llevó a la UNESCO a incluir en 1996 el edificio de la Escuela de la Bauhaus (1925) -y otros edificios construidos en Weimar y Dessau por este movimiento- en la Lista del Patrimonio Mundial, al no haber sido totalmente destruida por el nacionalsocialismo, debido a la acción de instituciones extranjeras.

Ahora, esta sede alberga la Fundación Bauhaus, que fue creada en 1994 y sigue siendo un centro experimental en diseño, investigación y enseñanza para las necesidades del siglo XXI y resolviendo propuestas sobre el espacio urbanístico, la arquitectura y el diseño.

Ahora, con motivo de la conmemoración del 125 aniversario del natalicio de Gropius, esta fundación junto con el Archivo Estatal de Dessau han organizado una exposición -abierta hasta el 31 de mayo- en la que se muestra el libro de registro de la escuela y, a partir de mañana, talleres infantiles sobre maquetas de edificios y visitas guiadas.

Walter Gropius creció en un ambiente familiar favorable a sus inquietudes, su padre era arquitecto, y estudió arquitectura en las universidades de Munich y Berlín-Carlottenburg y después se tomó un año sabático en el que viajó por España e Italia. A su vuelta, entre 1907 y 1910 trabajó en el estudio del arquitecto Peter Behrens, uno de los pioneros del diseño moderno, y en 1911 se unió a la Deutscher Werkbund, que coordinó a diseñadores con la industria.

Y, de esta manera, entre 1910 y 1914 -años de preguerra- Gropius ideó la fábrica Fagus, en Alfeld, y el Werkbund, en Colonia, que le dieron a conocer rápidamente en toda Europa. Tras la Primera Guerra Mundial, dirigió dos escuelas de arte en la ciudad de Weimar, hasta que creó la mítica Escuela de la Bauhaus en 1919.

Esta institución artística fue la primera en llamar la atención sobre la potencia arquitectónica a nivel psicólogico y físico, es decir, la responsabilidad social que en parte tienen los espacios arquitectónicos creados por y para el hombre, de ahí también deriva su motor por aunar la producción artística y industrial.

Por lo que en Berlín, unos años antes de que éste falleciese, se comenzó a levantar su proyecto Gropiusstadt (Ciudad de Gropius), en la que además de edificios -de hasta 31 plantas- se creó un espacio para sus habitantes con escuelas, centros comerciales, lugares para mayores y para practicar deporte.

Una de las influencias de Gropius -y en consecuencia del movimiento- fue a nivel conceptual la del británico William Morris, que creó a finales del siglo XIX el movimiento denominado de las Artes y Oficios, aunque en la práctica la Bauhaus propugnara el desarrollo industrial, urbano y tecnológico junto con las artes.

Pero, más allá de ser el creador de diseños innovadores, de la influencia del minimalismo en la arquitectura: las líneas sobrias, el uso del cristal, la armonía de los espacios rectos y curvos, Gropius aunó talentos de la época, desde Paul Klee pasando por Josef Albers, Wassily Kandinsky, Oskar Schlemmer, Johannes Itten, László Moholy-Nagy y Marcel Breuer.

Y en su exilio siguió instruyendo, esta vez en la Universidad de Harvard y construyó viviendas con Marcel Breuer y fundó el denominado equipo The Architects Collaborative (TAC) en 1945 en Cambridge, Massachusetts.

Así, sus obras llegaron también fuera de Europa, como la Universidad de Bagdad (1961) y el rascacielos MetLife (antes Pan Am, 1963) de Nueva York, y más allá, a través de la educación que llegó a sus pupilos, que ellos, hasta hoy, han conformado en parte la arquitectura moderna.

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