Academia de Chelo Ruiz en el Auditorio
Crónicas desde la ciudad
Por enésima vez, la bailaora Chelo Ruiz, directora de la Escuela de Flamenco que lleva su nombre, organizó sobre el escenario del Maestro Padilla la gala con la que se clausuraba el curso 2024/25
Con el patio de butacas del Maestro Padilla” a rebosar de entusiastas aficionados, familiares y amigos de las participantes, el festival fue presentado, el pasado día 1 con solvencia por Alfredo Casas (¡mil gracias, Alfredo, por los elogios brindados públicamente!). El evento servía de colofón al curso 2024/25 de la Escuela Flamenco de Chelo Ruiz, ubicada en la barriada de Araceli, y que para la ocasión ha contado con varias de sus habituales “seños” Suleima A.L. Fornieles, Carmen Rodríguez, Cristina Sánchez, Cristina Rodríguez y María Carmen Artero. Cabe señalar que en la organización del mismo ha colaborado la Asociación INDANZA y el ayuntamiento capitalino. Con edades comprendidas entre los cuatro años, jóvenes e incluso alguna mami, se sucedieron con agilidad y precisión las coreografías diseñadas por la directora del centro y en los que ha vertido los conocimientos acumulados durante su dilatada carrera como bailaora solista y docente. No en vano, con solo 16 años comenzó la enseñanza y montó su propia academia. A ello no resultó ajeno el que Chelo creciera en el seno de una familia de arraigada tradición flamenca, dando sus primeros pasos con el acreditado Tomás de María.
Con donaire e ingenuidad infantil (y música grabada) o el bien hacer de las más veteranas, nos ofrecieron todo un amplio catálogo de salidas, desplantes, zapateado, giros, colocación de brazos, cuerpos erguidos, etc. Los asistentes pudieron por tanto contemplar, entre aplausos, distintos “palos” flamencos adaptados a los alumnos de esa entusiasta horquilla de edades. De los más livianos y rítmicos a la jondura máxima, ya que bastantes de ellas atesoran un considerable bagaje artístico. En formaciones de 8-12 (mayoritariamente chicas), perfectamente ataviadas y sometidas a la disciplina que cada estilo imponía, dos grupos de benjamines abrieron la velada ofreciéndonos rumbas y tanguillos de Cádiz, logrando superar los nervios del debut. Seguidamente, sin solución de continuidad, se sucedieron con agilidad y precisión sobre la amplia tarima otros ocho conjuntos que hicieron las delicias del respetable:
Nueva Savia
Las Sembraítas
Las Rosas
Grupo Solera
Las Canasteras
Las Revuelo
Grupo Esencia
Soniquete y
Derroche Flamenco
Coreografiando prácticamente todas las ramas genealógicas y bailables del frondoso Arte Andaluz:
Tangos del Titi, de Chano Lobato y de Graná; alegrías, fandangos, soleá por bulerías, bulerías al gorpe, tarantos, tientos-tangos, farruca, seguiriyas y La Caña, espléndidamente puesta en escena con mantón y Sergio como único y magnífico intérprete masculino
Un ramillete profesional de contrastada solvencia se ocupó del acompañamiento en directo: Cristo Heredia y Edu García, al cante; las guitarras de José Bellido y Antonio de Quero y la percusión de Paco Torres. Amén de las palmas de Suleima y de Chelo (bellas en sus trajes negro y rojo) marcando esta enérgicamente el compás con el boleco o bastón gitano y pendiente siempre de sus “niñas” y del más mínimo detalle organizativo. En prueba de cariño y complicidad, ambas se fundieron en un cálido y prolongado abrazo.
Tras el multitudinario fin de fiestas por bulerías, con todo el elenco haciéndose la “foto de familia”, las últimas palabras correspondieron como era de ley a Chelo Ruiz, la gran hacedora de la escuela y del festival. Sin poder contener la lágrimas, agradeció la masiva asistencia al Auditorio, mostró su orgullo por las alumnas, animándolas a seguir formándose, y brindó por el Flamenco, con mayúscula. A todas y todos los que seguís apostando fuerte por el arte declarado Bien de Interés Cultural Inmaterial de la Humanidad mi más sincera enhorabuena. Salud y suerte.
Directora experimentada
Chelo Ruiz (Almería, 1979) lleva más de dos décadas ofreciendo estos “exámenes finales” cara al público en auditorios o espacios al aire libre; siendo la plaza de toros de Vera una de las más antiguas. Con amplia experiencia como bailaora y coreógrafa, ha obtenido copiosos premios en concursos celebrados en Granada, Sevilla y en la propia capital y provincia. O bien asistiendo a cursos especializados (Matilde Coral, Milagros Mengíbar, Javier Latorre, Manolo Marín), ofreciendo máster class a alumnos y preparando exámenes reglados y supervisados por la nazarita María Guardia “Mariquilla” (Granada, 1943), mujer que marcó su posterior devenir dancístico.
Al respecto, la protagonista que nos ocupa manifestaba:
(...) Su mirada profunda y exigente no deja pasar ni un detalle. Su trayectoria como bailaora la ha llevado a los escenarios más prestigiosos del mundo.
Cada alumn@ pisa el tablao con respeto y determinación, “dejando que los sonidos de la guitarra, cante y zapateados marquen el ritmo de su alma”. Alumn@s que lo dan todo conscientes de que están siendo observad@s por unas mujeres que representan la esencia misma del flamenco. Culminamos los exámenes con un sentimiento de satisfacción compartida. No sólo se evalúa técnica o pasos, sino la capacidad de transmitir, ese misterio que hace del flamenco un arte único.
Hurgando entre su dilatada biografía, ya en sus inicios hallamos su participación en el homenaje a Naranjito de Triana (1996) ofrecido por la peña El Morato con motivo de la entrega de su preciado Gran Morato de Oro o actuando en la serie televisiva “La reina de Espada” junto a las consagradas actrices Elsa Pataky y Bo Derek. A reseñar igualmente su presencia en teatros de Bélgica, Holanda, Francia, etc.
Chelo Ruiz ha sido anunciada en gran cantidad de peñas andaluzas además de estrenar el espectáculo “Siete Almas”, con que logró llenar en su momento el almeriense Maestro Padilla y en Granada los emblemáticos La Chumbera y Salón Alhambra.
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