En el Auditorio Maestro Padilla se pudo disfrutar ayer con el mundo televisivo y mágico de Peppa Pig y Ben & Holly, en dos divertidas historias. En la primera, los más pequeños de la casa se pasearon por el increíble universo del duende Ben, la princesa Holly, la profesora Nana, el viejo Duende y el entrañable Gastón, que celebraron la Fiesta del Invierno del Pequeño Reino. Después vivieron una aventura de piratas junto a la Reina Peppa Pig y sus amigos, con quienes se embarcaron en la búsqueda de un tesoro escondido.

Por otra parte, como una metáfora de la vida, Oops! recordó, jugando con los tamaños y apoyándose en el humor y la música, la importancia de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Un canto al optimismo, a disfrutar del día a día y a reír con los pulmones llenos. Y lo hizo con dos actores, sin palabras, pero con marionetas, con zancos y con canciones, donde se reflejan tamaños disparatados como es la historia que cuentan.

De esta manera, los niños y niñas que de nuevo llenaron todos los asientos de la Plaza Vieja contemplaron cómo una pequeña marioneta era capaz de tocar una gran trompeta, tres cantantes melódicos necesitaron de unas escaleras para poder llegar al rebelde micrófono, unos cocineros con tres cazuelas crean un mundo de botes y ollas. Las cosas no son como las vemos normalmente, la vida es como nos planteamos vivirla.

El 39º Festival de Teatro Infantil, organizado por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería, continuaba ayer con Oops! de Teatre Móbil. Calidad e innovación en este espectáculo para toda la familia, con grandes dosis de imaginación y mucho humor.

Hoy, lunes, será el turno de Glubs, que ya tiene agotadas las invitaciones. En esta ocasión, Producciones Yllana se sumerge en un océano de sketches: alentar a los remeros en un galeón con el látigo, surfear entre tiburones o escapar de las tormentas son algunos de los desafíos a los que se enfrentan. El espectáculo está inmerso en la característica ironía de Yllana, lo que los convierte en nadadores profesionales del lenguaje onomatopéyico, con un sentido del humor absurdo y más salvaje de lo habitual.