Alfonso Goizueta: “Las novelas se construyen a base de recorregirlas y volver a ellas mucho”
Literatura
El autor madrileño presenta este jueves a las 20 horas su nueva novela ‘El sueño de Troya’ en el Salón Noble de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía incluido en el ciclo ‘Diario de los libros’
El autor madrileño presenta su nueva novela El sueño de Troya esta noche a las 20 horas en el Salón Noble de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería. El escritor participa en el ciclo Diario de los libros que organiza Diario de Almería.
-¿Ha digerido ya haber sido finalista del Premio Planeta, cuando han pasado ya dos años?
- Creo que nunca se acaba de digerir. Siempre digo que los finalistas de los premios Planeta suelen ser escritores o personas que ya están en sus 40 ó 50 años, que el premio les viene casi como a culminar una carrera. En mi caso es que fue empezar con la primera novela y de repente tener aquel reconocimiento pues fue muy fuerte. Entonces me cambió la vida.
-De hecho, ese premio le permite hoy estar centrado en su labor de escritor.
-Sí, exactamente. Bueno, complemento con otras actividades, ya que doy clases y contribuyo en diversos medios de comunicación, pero lo principal es escribir. Lo que más le agradezco al premio Planeta es que me regaló esa libertad económica de poderme dedicar a mi pasión. Yo siempre pensé que escribiría por las noches, o el fin de semana, o los días de fiesta, y que tendría que tener un trabajo convencional.
-Parece ser que escribir esta novela no ha sido tan fluida como la primera. ¿Ha sido más complicado?
-Ha sido complicado, desde luego. Es una historia más difícil y también es una historia que me ha hecho evolucionar mucho como escritor, Así como La sangre del Padre, pues podía haber sido una novela más lineal o más cronológica, en el sentido que comenzaba con el nacimiento de Alejandro y terminaba con su muerte, El Sueño de Troya, por el contrario, es una novela que se presta a otro tipo de estructura narrativa, que tiene otros personajes, que tiene otra relación con el tiempo narrativo dentro de la propia novela, donde el narrador tiene un protagonismo también, no solamente el de contar la historia.
-Creo que durante el proceso de escribirla surgieron dudas y borró mucho de lo que había escrito.
-Sí, tuve muchas dudas. Yo creo que cualquier escritor que aprecie su obra tiene dudas si la somete a un examen muy crítico. Es muy difícil estar contento con la primera versión que te aparece de una
novela, porque tú mismo no sabes la historia que estás contando hasta que no la cuentas mucho y no la escribes mucho, no acaba de salir a la luz. Entonces, sí ha habido muchos momentos en los que yo tenía una versión completa, un borrador completo, y leía y decía, es que esto está bien, pero no es lo que yo tenía en la cabeza.
-Está claro que era un dilema llegada esa situación.
-Escribir es el arte de reescribir. Yo creo que hay mucha mala concepción o falsa leyenda de que escribir es esperar la inspiración y sentarte, y luego la cuestión es ya su trabajo hasta que pones el punto final y escribes la palabra fin. Pero es que cuando escribes la primera vez la palabra fin todavía no has empezado el verdadero trabajo. Las novelas se construyen a base de recorregirlas y volver a ellas mucho hasta que finalmente destilas todo lo que quieres contar.
-El peso de haber ganado el Planeta ha sido una presión a la hora de escribir esta nueva novela.
-Eso es una sombra que está ahí, pero siempre lo vemos en un sentido negativo, pero igual de paralizante sería esa sombra en el sentido positivo. Tan terrible sería pensar que después del Premio Planeta nunca más volverás a escribir nada bueno como sería terrible pensar que después del Premio Planeta todo lo que escribirás será estupendo. Entonces, al final, yo lo tomo con filosofía. Simplemente cuando te sientes a escribir tienes que olvidarte del mundo que está afuera y tienes que desterrar fantasías tanto de éxito como de fracaso.
-Para el que no haya leído todavía la novela, ¿Quién es Heinrich Schliemann ?
-Es un hombre a medio camino entre el arqueólogo, el aventurero y el ladrón de arte que a finales del siglo XIX abandonó a su mujer y a sus negocios y su vida tal y como estaba concebida para ir en busca de la ciudad de Troya, de la ciudad perdida de la Ilíada que él estaba convencido de que existía de verdad y que
se podía encontrar debajo de la tierra. Era cuestión simplemente de encontrar la localización y excavarla. Y entonces la novela El sueño de Troya sigue la vida de Heinrich Schliemann y sobre todo sigue la historia de la obsesión por descubrir lo que todo el mundo creía que era mitológico y que sólo él creía que era real.
-¿Cómo llega este personaje a su vida?
-Yo conocía su historia, conocía la biografía de Schliemann pero nunca me había planteado cómo podía funcionar como un personaje narrativo y entonces lo que sí ha ido evolucionando mientras he ido escribiendo la novela. El cariz que yo le quería dar a este personaje que era la representación arquetípica de la obsesión, del hombre que es prisionero de sus ideas, que no es dueño de sus ideas, sino que es esclavo de ellas y este es el caso de Schliemann.
-¿Se puede decir que es un personaje con aristas?
-Sí, desde luego. Muchas más aristas de las que cualquier otro personaje al que me haya podido enfrentar. Ha sido un personaje muy difícil porque es incómodo, es un personaje que tiene muchos oscuros y que sin embargo nos podemos ver reflejados en él. Yo creo que todos tenemos un Schliemann dentro de nosotros mismos porque la novela también rasca en eso, de lo que somos capaces de hacer para llevar a cabo nuestras fantasías o nuestros sueños o nuestras obsesiones. Entonces es un personaje oscuro pero tan oscuro como puede ser el hombre.
-Su novela se puede catalogar como histórica.
-No es el caso. Es una novela histórica porque está basada en un hecho real o en unos personajes reales pero yo creo que esta novela trasciende la categoría de la novela histórica y soy un gran enemigo de poner las etiquetas porque las etiquetas muchas veces simplifican en demasía el libro que se está leyendo y parece que una novela histórica es simplemente una novela que lo que busca es acercar la historia de una manera más sencilla al público general y no es para nada eso. En este caso, es una novela que toma un evento de la historia para reflejar un tema muy humano como es el tema de la obsesión y de la búsqueda de nuestros sueños y nuestro significado en la vida.
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