ANTONIO MANILLA. HISTORIADOR, PERIODISTA Y POETA

"Un lector se hace a base de lecturas, igual que un futbolista a base de partidos jugados"

  • El escritor leonés participa el sábado en el VII Encuentro de las Artes y las Letras en el Faro de Mesa Roldán

  • El autor recientemente fue víctima del plagio que conoció a través de un amigo

Antonio Manilla, escritor leonés que viene este fin de semana a Almería.

Antonio Manilla, escritor leonés que viene este fin de semana a Almería. / diario de Almería

Antonio Manilla, León, 1967. Historiador, periodista y poeta. Recibió la Beca de Literatura Valle Inclán que concede el Ministerio de Asuntos Exteriores en la Academia de España en Roma. Con motivo de la celebración del VII Encuentro de las Artes y de las Letras del Mediterráneo, Antonio Manilla, participará el sábado día 30 de junio, junto con Almudena Guzmán, Manuel Francisco Reina y Begoña Callejón, en el Faro de Mesa Roldán en Carboneras, a las 20 horas.

En su faceta como periodista le han sido otorgados el Premio Nacional de Periodismo Francisco Valdés y el Premio Don Quijote. Su obra poética ha sido distinguida con los premios nacionales de poesía Emilio Prados, José de Espronceda y Ciudad de Salamanca, entre otros.

-¿Cómo compaginas tu oficio de periodista con el de poeta?

-El periodista es un cazador de instantes. Cuando ejercí el periodismo a pie de redacción, esto era literal; el columnista puede permitirse mirar por el retrovisor y dar otro ritmo más pausado a su caminar. El poeta comparte con ambos ciertos rasgos: se dedica a disecar emociones significativas que sean capaces de expresar los universales del sentimiento. Es algo así como un taxidermista.

-¿Influye tu actividad profesional a la hora de plasmar el discurso poético?

-En absoluto, más que nada porque reniego de esa noción de discurso, en mi caso no existe, simplemente escribo poemas.

-¿Cuáles son los puntos más importantes que crees que contiene tu poesía?

-Un impulso imaginístico que cabría relacionar acaso con el impresionismo poético, así como un interés técnico o formal por la métrica y demás recursos artesanos, un respeto por la tradición. Mis temas son los de todos. No hay más leña que la que arde.

-Eres uno de los defensores más activas de los derechos de autores de los escritores, ¿Qué crees que falta para adquirir y avanzar en ese respecto?

-No creo destacar en esa reivindicación, aunque me haya postulado en contra de esa ley que impide a los autores veteranos, después de haber cotizado toda la vida, recibir una pensión y seguir cobrando por lo que escriben. Es un dilema castrante.

-Has sido recientemente víctima del plagio, ¿cómo averiguas que tu obra ha sido falsificada?

-Me dio el aviso un amigo, el poeta Ricardo Bermejo, que lo reconoció mientras estaba indagando sobre una autora a la que en esos días le habían quitado el premio Antonio Gala igualmente por plagio, Ana Cecilia Martín Arana. Ella y Carlos Alberto Cachay Flores eran algo así como pareja de cohecho.

-¿Qué recomendarías para evitar que este tipo de situación se sigan produciendo con cierta impunidad?

-No creo que a priori se pueda hacer nada individualmente para evitarlo, es una cuestión de educación y cultura. Ahora, si se descubre, creo que hay que denunciarlo y publicitarlo sin desmayo, las redes sociales en mi caso fueron muy útiles para esto, dada la lejanía geográfica.

-Precisamente su última obra publicada es Ciberadaptados (Editorial La Huerta Grande), un ensayo sobre cultura e Internet. ¿Cómo ha cambiado Internet la percepción de la literatura?

-Un lector se hace a base de lecturas, igual que un futbolista se hace a base de partidos jugados, no de pachangas rápidas entre amigos. Ante el boom de los poetas de las redes sociales, que ahora han pasado a engrosar el catálogo de grandes grupos para aprovechar sus miles de seguidores, Luis Alberto de Cuenca habló de parapoetas. Lo que acaso sea más preocupante para el futuro son, creo yo, los paralectores o followers que únicamente se acercan a la poesía a través de esos poetas cantautores y tuiteros. Porque, como sostiene Antonio Cabrera en El desapercibido, cada lector "lee en función de las condiciones de recepción que puede establecer, de tal manera que accede al poema que le es permitido acceder".

-¿Se ha producido una mejora en la lectura y en los lectores gracias a Internet?

-En el ensayo discierno entre dos tipos de lectura, la instrumental y la literaria, que sería la no utilitaria. El hecho de que nada sea lineal en Internet, que toda la información fluya por acumulación, acaso esté conformando una nueva clase de lector marcado por lo hipertextual, el seguimiento de enlaces y la falta de dirección lógica, lo que he denominado lectores salteados. En la red todos hacemos una lectura ramificada y somos, como decía Roberto Casati, lectores infieles. Entreleemos.

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