Beatriz Serrano presenta su novela ‘Fuego en la garganta’ en Almería

La escritora Beatriz Serrano presentó el jueves en el salón de actos del Círculo Mercantil de Almería su novela Fuego en la garganta con la que fue finalista del premio Planeta el pasado año. Serrano que participaba en el ciclo Diario de los Libros estuvo arropada por el director de Diario de Almería, Antonio Lao y la vicerrectora de Cultura y Sociedad de la Universidad, María del Mar Ruiz.

Precisamente, Ruiz hizo una introducción a la obra de Serrano señalando que “la protagonista de la obra es Blanca, que se enfrenta al abandono materno y ese vacío lo va a suplir con la amistad de tres jóvenes que conoce a través de internet”.

Beatriz Serrano, que se mostró encantada de estar en Almería, subrayó que “cuando empecé a escribir esta historia había varios temas que me obsesionaban. Uno de ellos era el tema de los silencios familiares y aquellas cosas que no se dicen, que se mantienen ocultas pensando que eso va a mantener una paz en la familia, cuando por debajo hay una guerra soterrada”.

“Otro tema que me obsesionaba era el prejuicio o como juzgamos a los demás. En el inicio de esta historia lo que tenemos es un vacío inmenso. Me interesaba mucho construir un personaje a través de la ausencia. Cuando existe esta ausencia es cuando se llena todo con las habladurías o también con el chisme”.

Con respeto al personaje de Blanca, Beatriz Serrano subrayó que “al principio del libro lo que hace es esconder todas sus emociones y ser una niña buena. Pero como Blanca no puede hacer preguntas en casa, entra en internet y ahí descubre sus primeras amistades, las primeras personas con las que ella puede hablar y tratar de entender lo que le sucede”.

El internet es clave en la novela finalista en el Planeta. Beatriz Serrano señaló “internet era un sitio donde la gente solitaria podía hablar cosas que no podía hacer en su propia casa. Aquel internet de los años 90 era una especie de refugio para las personas solitarias y era el lugar donde mucha gente escapaba para sentirse comprendida y encontrar un buen interlocutor”.

En este sentido, la finalista del premio Planeta subrayó que “me asombra mucho como tan solo en 20 años, internet ha dejado de ser un refugio y ahora es un lugar de donde queremos escapar constantemente. Creo que se ha convertido en un sitio muy tóxico donde no hay espacio para el debate y no hay espacio tampoco para la duda”.

También Serrano matizó que “tenemos una gran incapacidad para comunicarnos y mucho miedo de decir las cosas. Mucho miedo a expresar lo que verdaderamente sentimos y eso al final, en la familia sucede mucho. A veces no se dicen las cosas por miedo a hacer daño y eso al final abre una brecha entre dos personas. El personaje del padre de Blanca me produce ternura, porque al principio no sabe que hacer por lo que intenta que todo lo que hay alrededor de Blanca esté muy bien”.

La novela ambientada en los años 90 en Valencia tiene mucho que ver con la propia autora de la obra. “Los años 90 también fueron mi infancia. Cuando pensaba en escribir una novela de iniciación y escarbaba todo me llevaba a mis principios, a los años 90 y a Valencia al sitio donde yo me crié. Los años 90 con la llegada de internet fue la verdadera explosión de la cultura de masas”.

La madre de Blanca es un personaje clave en la novela y así lo expresó Beatriz Serrano, que afirmaba que “la madre es la figura más cuerda de la novela, es la que tiene más claro todo. La madre de Blanca siempre es muy clara con sus intenciones desde el principio”.

A lo largo del acto literario, Beatriz Serrano dejó bien claro que “cuando escribo no pienso en nadie. Porque eso sería un error para mí como escritora estar pensando en el lector final. Yo escribo para mí”.

Una de las obsesiones de Beatriz Serrano es como trasladar la oralidad, es decir, el uso del lenguaje. “Una cosa que hago cuando estoy escribiendo es leer los diálogos en voz alta para ver si suenan. Escribo novela contemporánea y me parecía absurdo dejar internet fuera”.

Beatriz Serrano a pregunta de María del Mar Ruiz explicó que “el personaje con el que más me identifico es el de la madre de Blanca. Mi infancia fue similar a la de Blanca, pero tuve una infancia un tanto solitaria, porque somos de Madrid, pero nos fuimos a Valencia y el entorno familiar de tíos y primos no lo tenía”.

También hizo referencia a uno de los personajes de la novela que lo sitúa viviendo en Rodalquilar. “Para mí los escenarios donde ambiento las novelas son una expresión del estado emocional de los personajes. Cuando me planteo esta novela pienso en Valencia, luego hay otro personaje que sitúo en Vallecas y hay otro personaje que lo sitúo en el paraíso, un lugar bonito y pensé que ese lugar sería Rodalquilar. Me gusta mucho Cabo de Gata y la primera vez que vine descubrí la figura de Carmen de Burgos y me compré el libro Puñal de claveles. Me puse a investigar y descubrí el Cortijo del Fraile y aluciné con ese escenario. Rodalquilar me parece un lugar muy especial y me gusta mucho”. Luego Serrano estuvo firmando ejemplares de su novela a sus lectores que asistieron a Diario de los Libros.

Fuego en la garganta se sitúa en una mañana de 1993, cuando la vida de Blanca se rompe cuando su padre le anuncia que su madre no regresará. A partir de entonces, Blanca teme que pueda tener un don insólito: la capacidad de obrar milagros, aunque el primero sea provocar la muerte de una niña que se burla de su situación familiar.

Con el peso de la culpa sobre sus hombros y las ansiedades propias del abandono, Blanca busca en internet personas con las que hablar y conecta con un grupo de chicas que también se encuentran solas y perdidas. Unidas por la fascinación que sienten por Charles y Marilyn Manson, Joy Division y su gusto por vestir de negro, Blanca, protagonista de la obra, encuentra en ellas a su familia elegida.