Un contratenor descubre las claves del Canto Coral en un taller

El Taller de Canto Coral, aunque es uno de los más antiguos, se ha convertido en una de las novedades de este año. La razón es la introducción en la docencia del contratenor y director de coros, Jorge Enrique García, que está enseñando nuevas técnicas y una nueva forma de interpretar ciertos temas.

Es la primera vez que viene este profesor a Vélez Blanco y valora positivamente a sus alumnos: "Es la primera vez que vengo. Es un grupo heterogéneo, con conocimientos musicales, y lo principal que hay que introducir es la cooperación. Hay gente que tiene más facilidad de lectura y ayuda a los compañeros. Me gusta mucho que hay muchas ganas de trabajar, ilusión y entusiasmo. Hay muchos niveles diferentes, desde gente que se está iniciando en el canto coral hasta alumnos con experiencia".

El contratenor explica el funcionamiento de las clases: "Al ser la efeméride de Monteverdi, hemos elegido unas piezas suyas para enmarcar. La finalidad es trabajar también con los instrumentos. Por la mañana, vocalizamos, aprendemos técnica y montamos el repertorio con la finalidad de interpretarla. Trabajamos con viola y sacabuche porque tradicionalmente era una práctica común doblar la polifonía y con instrumentos".

Para el director de coros no es necesario tener un buen oído a priori para cantar en un coro porque "siempre se puede trabajar. Si lo tienes menos desarrollado, necesitas más trabajo, más esfuerzo personal. Para este taller, prefiero que tengan experiencia coral, si se tienen conocimiento de lectura musical mejor y técnica vocal. Se trata de montar la obra, trabajar la técnica y la interpretación".

El profesor ve buen nivel en su primera edición como docente: "En general, están bastante bien. Estoy incidiendo en las cuestiones históricas, en las piezas que estamos trabajando, en el fraseo… Otros aspectos que tienen que trabajar más es la acentuación, las palabras más importantes, la respiración, no trabajar todo con la misma intensidad".

El joven empezó a cantar con nueve años en una escuela en Cádiz con Marcelino Díaz. Estudió flauta travesera, un postgrado en París y ha cantado repertorio de todas las épocas como contratenor. "El Festival me parece una iniciativa fantástica, el marco es precioso. Esta semana es muy enriquecedora porque hay gente de diferentes edades, lugares…".