Flamenco

‘Entre flamencos por la igualdad’ lleva ‘Luz de gas’ al Maestro Padilla

  • El espectáculo que será esta noche a las 20 horas está dirigido por Azahara Herrera

Azahara Herrera lleva la dirección escénica de ‘Luz de gas’.

Azahara Herrera lleva la dirección escénica de ‘Luz de gas’.

Un arte tan expresivo y con tanta fuerza como es el flamenco para reivindicar la igualdad entre hombres y mujeres. Ese es el objetivo de la nueva edición del espectáculo que desde hace varios años se desarrolla bajo el nombre de Entre Flamencos por la Igualdad, que este año será bajo el nombre de Luz de gas. Un montaje que cuenta con la dirección escénica de Azahara Herrera y la participación de Cristina Soler, Zaira Prudencio, Clara Checa, Claudia ‘La Debla’, Raquel Lara, Antonio Heredia, Sergio ‘El Colorao’, Abraham Campos, David Caro y Jonhy Cortés.

La cita será hoy domingo, 5 de marzo, a partir de las 20 horas en el Auditorio Municipal Maestro Padilla, en el marco de la programación de invierno del Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería y organizado por la asociación Entre Flamencos del Puerto.

Las entradas se encuentran a la venta tanto en la taquilla municipal situada en el Teatro Apolo, como en la web https://almeriaculturaentradas.es/ y también lo estarán en la taquilla del Auditorio Municipal Maestro Padilla desde una hora antes del comienzo del espectáculo. Tienen un precio único de 13 euros si se adquiere de forma anticipada y de 15 euros si se hace el día del estreno.

Sobre este espectáculo, en memoria de las mujeres fallecidas víctimas de la violencia de género, explica la compañía que “está inspirada en una película realizada en 1944 por George Cukor, basada en la obra de teatro de Patrick Hamilton. Esta película no solo obtuvo un éxito rotundo, siendo premiada con varios Oscar, sino que también tuvo un impacto social muy grande. La gente se solidarizó con la protagonista de la película (Ángela Lansbury), que realizaba el papel de víctima ante una violencia de género oculta, en la que el agresor que, de puertas para fuera parecía una persona cordial, ejercía sobre ella una violencia psicológica a modo de “lavado de cerebro”, haciéndole creer que la realidad que vive es falsa, transformando a la persona, procurando que vea o crea cosas que no existen”.

Desde la Asociación detallan que “tal fue el impacto de la película que en psicología se utiliza este término Luz de gas como un maltrato psicológico. Con esto queremos detectar y sobrevivir a la manipulación invisible de quienes intentan controlar tu vida, especialmente a las mujeres víctimas de violencia de género”.

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