La fusión flamenca de Antonio Lizana abrió Alamar en el Parque de la Hoya

Con la clase y estilo que le caracteriza a lo largo de toda su carrera, Antonio Lizana, un referente de la fusión del jazz y el flamenco, fue el encargado de abrir el jueves, en formato quinteto, una nueva edición de Alamar, el festival de músicas del mundo que se celebra en Almería desde el año 2000, organizado por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería y que esta edición estrena como escenario el Parque de la Hoya, a los pies de la Alcazaba.

Acompañado por Daniel García al piano, teclados y coros, Arin Keshishi en el bajo eléctrico, Shayan Fathi a la batería y el Mawi de Cádiz en el baile flamenco y coros, el saxofonista y cantante Antonio Lizana desplegó su doble pasión por el flamenco y el jazz en un concierto muy cuidado en el que alternó con sabiduría pasajes de flamenco canónico, por bulerías, tangos o alegrías, con otras composiciones instrumentales más reposadas y de desarrollo largo, que hicieron las delicias del público asistente.

Tocaron temas de su último trabajo discográfico, titulado Vishuddha, así como algunos de trabajos anteriores haciendo un repaso así de la versátil trayectoria del este emblema de la nueva generación del flamenco.

Antonio Lizana Quinteto guió un viaje por la Cádiz de su infancia, a través de diferentes palos flamencos con épicas improvisaciones e incluso tintes de canción, donde el resultado final arrojó un viaje trepidante desde el trance profundo hasta la expresión de felicidad. “Vengo de una tierra que ha recibido a muchas civilizaciones y es normal que todas esas influencias salgan a la hora de hacer música, por eso estamos tan locos”, bromeó.

Ayer viernes, recogió el testigo el dúo de guitarristas formado por Cenk Erdogan y Antonio Forcione. Es la unión de dos de guitarras con sonidos únicos desde Turquía e Italia. Su encuentro es una poesía de emociones, ideas y pura experiencia musical. Forcione toca la guitarra acústica (en una ocasión un crítico lo llamó el “Jimi Hendrix de la guitarra acústica”) y Erdogan, con su guitarra sin trastes, aporta escalas y sonoridad orientales a su música original, inconfundiblemente turca y muy fresca.

El telón se cierra hoy sábado, 22 de junio, con Ogun Agrobeat. Una propuesta osada en lo musical que no se conforma con satisfacer a los devotos de las sonoridades africanas y afroamericanas, sino que persigue un diálogo diáfano y sin fronteras idiomáticas o estilísticas con otros géneros musicales afines como el funk, el jazz, la música gnawa, las sonoridades arábigas y etíopes, el nu soul o la electrónica, ampliando las perspectivas originales del afrobeat y evitando el previsible ejercicio de estilo.