Amalia Ramírez, perteneciente a la cuarta generación de guitarreros de la familia madrileña, fue la encargada, a través de una conferencia, de abrir la nueva exposición que se podrá visitar en el Museo de la Guitarra hasta el próximo mes de octubre, La Familia Ramírez. 1882-2015: Crisol de la Escuela de Guitarreros de Madrid.

En su charla, relató los orígenes de la tradición familiar, que comenzó con su bisabuelo José, que inauguraría una manera propia de entender la construcción de guitarras y desgranó con numerosas anécdotas la especial relación que ha tenido siempre la familia con una leyenda de la guitarra clásica como Andrés Segovia.

Tanto el alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, como el concejal de Cultura, Ramón Fernández-Pacheco, quisieron agradecer la colaboración de la familia para realizar la exposición, ya que "era necesario que su aportación fuese expuesta en este museo, lo que hemos conseguido apenas un año y medio después de su apertura", apuntó el edil de Cultura. No en vano, la familia Ramírez está considerada como una de las grandes valedoras del desarrollo de este instrumento, teniendo un papel fundamental en la evolución de la guitarra española clásica y flamenca, afianzando y desarrollando internacionalmente el modelo legado por Antonio de Torres a mitad del siglo XIX.

El evento se completó con un recital del guitarrista David González, quien empleó para ello una guitarra de la familia Ramírez. Interpretando con soltura el Capricho Árabe de Francisco Tárrega; Preludio BWV 1007 de Johann Sebastian Bach; Platero, El Loco, Paseo y La Muerte de Eduardo Sáinz de la Maza; La Catedral, de Agustín Barrios; para concluir con Asturias de Isaac Albéniz.

La exposición inaugurada en el Museo de la Guitarra se compone de 18 guitarras, construidas de 1898 a 2006, además de correspondencia y fotografías de compositores, una exposición de fotografías bajo el título Manos a la obra, así como varios audiovisuales sobre la historia de la Casa Ramírez.