"Lo importante es llegar lejos y llegar vivo, lo demás está sobrevalorado"
Francisco Cruz nació con una aneurisma aórtica, que le hizo emprender la "aventura" de su vida con 11 años
La música es ahora su mayor afición
Entre la multitud de caras conocidas, Francisco Cruz se planta sus cascos y se pone frente a la mesa de mezclas dispuesto a animar la fiesta con la música más actual en el pub de sus amigos Luis y Rafa. Meses antes, otro buen amigo, Amador Segovia, también DJ, le animaba a ayudarlo debido a la gran carga de trabajo. Lo que comenzó como una simple anécdota, que tampoco le entusiasmaba en exceso, se ha convertido en una de sus mayores aficiones.
El joven nació en Macael, "para mí el mejor lugar del mundo", y allí pasó una infancia normal, como la de todos los niños, hasta sufrir su discapacidad. "Yo como tantos niños nací con un defecto congénito, una aneurisma aórtica. Digo como tantos niños porque esto es algo que se detecta al nacer y a lo que se puede poner remedio, cosa que en mi caso no sucedió. Fue en los 11-12 años cuando esto vio la luz y trajo consigo una serie de complicaciones", cuenta Francisco Cruz a este diario.
Tras una intervención en la capital malagueña, fue trasladado a Barcelona "y allí fue donde realmente salvaron mi vida. Posteriormente pude rehabilitarme en las instalaciones del Institut Guttmann de Badalona para recuperar la movilidad perdida y aprender a desarrollar mi vida con las circunstancias de tener una discapacidad". Aquí comenzó la "aventura" que cambió su vida por completo: "Al fin y al cabo yo era un niño y así lo viví, como una aventura" expresa Francisco Cruz.
Ahora, el joven macaelero es el encargado de animar muchas de las fiestas que se celebran en el pueblo. "El pinchar me hace olvidarme un poco de todo, mientras pincho solo pienso en ello. Por otro lado, si lo estás haciendo bien te puedes llegar a sentir poderoso, pues tú influyes en el ritmo y la intensidad de la fiesta (risas). A mi pinchar me ha hecho sentir mejor por el mero hecho de que cuando te pagan por ello, esto ya pasa a ser un trabajo. Muchas personas que, como yo, se estén formando lo que más ansían es vivir de ellos mismos y no depender de papá y mamá".
A pesar de la afición que ha desarrollado por la música, su verdadera ocupación es la de estudiante, y tras graduarse en Derecho, ahora quiere opositar, "eso sí, siempre sacaré un hueco para la música porque realmente me aporta cosas muy positivas".
"La sociedad hoy día funciona como una prueba de velocidad. Las circunstancias personales hay que asumirlas con naturalidad. Y una vez que las asumes te das cuenta que la vida debe ser una prueba de resistencia más que de velocidad, que lo importante es llegar lejos y llegar vivo, lo demás está sobrevalorado", concluye.
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