Cultura

'Siete inviernos después', una novela de intriga con capas de bioética médica

  • La obra ha sido escrita por el traumatólogo Francisco Villegas que desde hace 23 años trabaja en el Hospital de Poniente en El Ejido

Francisco Villegas con su obra Siete inviernos después' a las puertas del Hospital de Poniente.

Francisco Villegas con su obra Siete inviernos después' a las puertas del Hospital de Poniente. / Carlos Barba

El traumatólogo Francisco Villegas (Granada, 1965), ha publicado su primera novela, Siete inviernos después (Ediciones Miguel Sánchez) un libro de intriga que se centra en un crimen cometido diez años atrás con "distintos niveles" y "toques" de psicología, remordimientos e incluso bioética médica.

La trama comienza siete años después del suicidio en prisión de Estéfano Rinaldi, condenado por el asesinato de su exmujer y su hijo. Ernesto, su mejor amigo y psiquiatra de profesión, decide aceptar un encargo: colaborar en la investigación de un crimen cometido diez años antes para encontrar una prueba que pueda demostrar la inocencia de Rinaldi.

En una entrevista con Efe, Villegas explica que comenzó a escribir con 14 años, con los relatos de Isaac Asimov como una de sus grandes influencias. Por ello, durante toda su vida se dedicó a confeccionar relatos que luego compartía con un "club no oficial" en el que presentó por primera vez la idea que dio como fruto esta novela.

"La idea era desarrollar la investigación de un asesinato ocurrido muchos años antes y con todos sus protagonistas ya muertos. Una investigación en la que participaran especialistas en este campo y un representante de aquellos que estuvieron vivos y ya no estaban, que pusiera esos datos delante. Ese fue el núcleo", explica.

Eso fue en 2014, pero no fue hasta un par de años después cuando sacó del "cajón" este proyecto y se puso a preparar su primera novela. Sólo la documentación y preparación le llevó cerca de un año. "Tendría que haber hecho una foto del salón de mi casa. Estaba lleno de papelitos que luego hubo que poner en orden en una tabla con las diferentes escenas", bromea.

Además de este "trabajo más grueso", era necesario rellenar las lagunas que pudiese haber en diferentes materias y aspectos relevantes para la trama. Por ejemplo, contactó con un extrabajador del centro penitenciario El Acebuche de Almería y con un policía judicial, entre otros, para conocer de primera mano cómo se desarrolla su trabajo.

"Realmente no sabía qué hacía un policía cuando encontraba a una persona muerta. Este policía judicial, con toda la amabilidad del mundo y con mucha paciencia, me explicó cómo se desarrollaba una investigación e incluso me ayudó a desatrancar parte de la trama", apostilla.

Luego el proceso de redacción de la primera versión de la obra fue relativamente rápida, un par de meses. Lo que no evitó que hubiese que revisar, corregir y "podar" hasta llegar a la definitiva.

Villegas señala que desde 1997 trabaja en el Hospital de Poniente de El Ejido (Almería) como traumatólogo - "en la primera guardia, ahí estuve yo", dice entre risas -, si bien se ha especializado también en calidad asistencial y en bioética. "He formado parte de la comisión de ética, en el comité de ética e investigación, en la comisión de calidad, en la de seguridad al paciente? Gran parte de eso está utilizado en la novela también", dice.

Aunque advierte que no hay una "gran especificidad médica" en los detalles del crimen, el plasmar los "entresijos de un hospital", fue fácil para él. También hay que tener en cuenta que "el protagonista, en la época de los crímenes, era miembro de un comité de ética en un hospital de Granada".

"Los crímenes vienen de una situación previa de mucho antes, relacionados con una pareja y una intención de aborto. Ahí entra el comité de ética, que tiene que valorar dicha intención. Cuento, en cierta manera, cómo es este proceso, a qué casos se enfrenta este comité y cómo se da respuesta", añade.

"El protagonista podría ser otorrino, oftalmólogo o internista. Que fuese psiquiatra venía bien pero no era imprescindible", añade sin querer concretar más detalles de una historia que se desarrolla en Granada y Almería, con un escenario principal: la casa en la que se produjo el crimen, a la que se traslada Ernesto desde su hogar en el Pantano Cubillas de Granada para aportar luz a lo ocurrido.

"La novela tiene una lectura fácil que es la trama de intriga. Es el nivel más visible. Pero debajo, hay toques de psicología, de la culpa, del remordimiento, de la pareja, de bioética. Lo puedes leer como un thriller de principio a fin. Pero si te paras, de pronto puedes pensar... ¿Qué opinión tengo yo de este tema? Tiene distintos niveles y subtramas", apunta por último.

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