José Mercé despliega su arte, voz y talento ante un Auditorio entregado

Flamenco

Gran actuación del cantaor, donde presentó su homenaje al compositor Manuel Alejandro, y también ofreció cantes del flamenco más tradicional, se animó con villancicos y concluyó con Tomatito

El cantaor José Mercé ofreció un concierto histórico en el Auditorio Maestro Padilla.
El cantaor José Mercé ofreció un concierto histórico en el Auditorio Maestro Padilla.

José Mercé, más almeriense que nunca tras ser nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad, ofreció el sábado, una actuación que se recordará en el tiempo y que deleitó al entregado público que llenó a rebosar el Auditorio Maestro Padilla. Hubo cantes para todos los gustos.

Comenzó con el homenaje al compositor Manuel Alejandro, con temas como Yo soy aquel o Te estoy queriendo tanto; siguió con el flamenco más tradicional, con malagueñas, soleás y alegrías que aplaudieron a rabiar los más puristas; a petición del público interpretó dos himnos de su extenso repertorio, Al Alba y Aire; y concluyó con diferentes villancicos flamencos, entre ellos un alegre Los campanilleros.

Y tras dos horas de arte, una voz auténtica, profunda y emocional, y talento a raudales, se despidió a lo grande con un cante con Tomatito a la guitarra.

El concierto se enmarcaba dentro del programa impulsado por el Área de Cultura, que dirige el concejal Diego Cruz, presente en el Auditorio, y desde mucho antes de levantarse el telón ya se respiraba ambiente de gran cita. El Auditorio Maestro Padilla presentó un lleno absoluto, con un público que recibió a su nuevo paisano con una ovación cerrada, consciente de estar ante una de las grandes voces del flamenco contemporáneo y, al mismo tiempo, ante un artista que ha sabido trascender etiquetas sin perder la esencia jonda.

La primera parte del recital estuvo dedicada íntegramente a su nuevo disco, José Mercé canta a Manuel Alejandro, un homenaje sentido y valiente a uno de los grandes compositores de la música española. Calificado por Mercé como “el mejor escribiente sobre el amor y desamor”, arrancó con En carne viva, interpretada únicamente con el acompañamiento del piano, en un ejercicio de desnudez artística que puso de manifiesto la profundidad de su cante y su capacidad para decir cada palabra con verdad.

José Mercé con la guitarra de Tomatito.
José Mercé con la guitarra de Tomatito.

A partir de ahí, el escenario se fue poblando de sonidos y colores. Con la entrada progresiva del resto de la banda -dos tocaores, cinco coros y palmeros, y percusión, hasta sumar nueve músicos, que junto al piano y Mercé cantaron Yo soy aquel, Te estoy queriendo tanto, Procuro olvidarte, Se nos rompió el amor, Se muere por mí la niña y Soy rebelde, reinterpretadas desde el prisma flamenco de Mercé, que supo respetar las melodías originales y, al mismo tiempo, hacerlas suyas con giros, silencios y quejíos cargados de sentimiento. El diálogo constante entre la voz y los músicos fue una de las claves de esta parte del recital.

En esta línea, José Mercé se rodeó de su cuadro flamenco habitual, repleto de arte. Los palmeros y coros Mercedes García, Laura Marchena, Manuel Pantoja ‘Chicharito de Jerez’, Jorge Bautista y Víctor Carrasco. En la percusión, David Casares ‘David del Gasolina’. Guitarras, Manuel Cerpa y Mario Guío. Y al piano, Alex Romero.

Tras este bloque más melódico, José Mercé regresó a la raíz para satisfacción de los aficionados más ortodoxos. Llegaron entonces los palos del flamenco tradicional: malagueñas, soleá y alegrías, interpretadas con temple, conocimiento y ese eco inconfundible que le ha convertido en referente.

Aquí el cantaor, como es su sello de identidad, supo jugar con los tiempos, alargando tercios y arrancando aplausos largos y sinceros entre el público.

Tras varios bises y el público en pie, José Mercé hizo un último regalo, un palo cantado junto a su paisano, el almeriense universal José Fernández ‘Tomatito’. La unión de la voz rota y poderosa del cantaor con la guitarra magistral del almeriense fue el broche de oro a una noche memorable, celebrada como merece por un Auditorio entregado.

El sábado en Almería, quedó claro que el arte de José Mercé sigue muy vivo y que su vínculo con esta tierra es ya inseparable. Una noche para el recuerdo dentro de la Navidad cultural de la ciudad.

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