Marta Infante: "En la academia de Vélez Blanco siempre encuentro alguna joya que me sorprende"

Pregunta.¿Cómo llegó Marta Infante al Festival de Vélez Blanco, a ser profesora de canto?

Respuesta.He venido muchas veces como cantante, he dado conciertos en el castillo, en el convento, en la iglesia... Como profesora de canto empecé en 2023, aunque me lo habían ofrecido antes pero no pude por agenda. Este es mi tercer año ya. En el primer año, aparte de ser profesora, también tuve un concierto. Me siento muy bien aquí, la verdad.

P.Ha vivido los cursos anteriores, que la academia tenía un formato diferente, y ahora este curso que ha cambiado el formato trabajando todos para interpretar una ópera. ¿Hay mucha diferencia a la hora de trabajar con los alumnos?

R.Claro, no tiene nada que ver el proceso, porque los otros años teníamos muchísimo tiempo para dar clases, trabajar más técnicamente, etcétera. Además, el nivel no era igual, era mucho más diverso. Había gente que ya cantaba muy bien y que ya habían tenido contacto con el repertorio antiguo, el repertorio barroco, y había otros alumnos que tenían un nivel más bajito. Entonces siempre daba un poco más de tiempo a trabajar, a profundizar. Este año ha sido todo enfocado a la realización de la ópera, con lo cual, había alumnos mucho más especializados, aunque no todos, pues han venido algunos también que están todavía empezando, pero al hacer la selección intentamos que la mayoría de ellos tuvieran ya un poco un nivel para poder hacer la ópera. Ha sido muy intenso, y por ello el trabajo ha sido distinto. Ha habido mucho trabajo, pero ha sido también muy interesante.

P.Habéis tenido que montar una ópera en solo cinco días... ¿Cuánto se tarda en el mundo profesional?

R.Cuando hago una ópera, por ejemplo, en el Teatro del Liceo o en teatros grandes, normalmente se ensaya un mes y medio. La diferencia es enorme. Por eso aquí, sobre todo, hemos trabajado muchísimo la escena por una parte, la música por otra, y finalmente se juntó todo. Para los alumnos realmente han sido cuatro días para montar la obra, porque el último ya fue un ensayo general. Ha sido como meterlos un poco en el mundo profesional a lo bestia, ¿no?

P.¿Y en el caso de su clase de canto, con los solistas, en qué ha hecho hincapié estos días?

R.Ellos han llegado con la música aprendida, algunos más que otros. Lo primero que se hizo fue una lectura de toda la música para ver en qué situación estaba cada uno, si se lo sabían más o menos. Después, con Joaquín Torrecillas, un ayudante maravilloso, que es el pianista de siempre en el festival, hemos ido trabajando con ellos aquí. Este año, además, también ha estado de profesor de canto Jorge Enrique Díaz, que ha echado una mano importante, porque mientras yo estaba trabajando con unos alumnos, ellos trabajaban con otros. Hemos profundizado en lo que hemos podido, por supuesto con el poco tiempo que hemos tenido. Hemos trabajao en el estilo, en que las notas estuvieran bien, porque todo tiene que estar correctísimo. En el texto también hemos hecho mucho hincapié, porque sobre todo en la música barroca es muy importante la palabra. A veces los cantantes no están tan acostumbrados a trabajar con la palabra, están acostumbrados más a cantar melodías. En esta música de la ópera, que es del Seicento, de Francesca Caccini, lo importante es el texto y esto les cuesta, porque no están acostumbrados. Hemos trabajado muchísimo en ese aspecto.

P.Si no me equivoco, esta una ópera que se ha representado muy pocas veces. Los alumnos entonces no tienen muchas referencias.

R.Efectivamente. Por una parte eso está muy bien, porque así ellos se hacen su propia versión. Pero bueno, es interesant ver el proceso, aunque haya sido tan rápido. Después de la parte musical, el siguiente paso ha sido el tema escénico, que a muchos de ellos les ha costado porque no están acostumbrados a subirse al escenario.Lo más difícil de todo para mí ha sido hacer que sean capaces en tan pocos días de asimilar la música, poder llevarla a cabo, y también el tema escénico.

P.En estos tres años como profesora, ¿algún alumno le ha llamado la atención porque ha descubierto un potencial grande?

R.Sí, siempre pasa eso. En los cursos hay mucha diversidad de alumnos y siempre hay alguien que piensas que es una joya. De hecho me ha pasado que, he tenido alumnos aquí en Vélez Blanco, que después se han convertido en mis alumnos fuera de aquí. La verdad es que da mucho gusto, porque es un curso muy intenso, estás con los alumnos casi conviviendo y se crea ahí como una especie de amistad: ya no eres su profesor, sino que nos vamos a tomar algo juntos. Es muy interesante. Cada año aparece alguna joya que piensas que si esa persona sigue trabajando bien, tiene mucho potencial. Este año, de hecho, hay gente muy buena.

P.¿Qué le diría a una cantante como usted, que tiene una enorme experiencia, a quienes están empezando?

R.Sobre todo que estudie muchísimo, que se forme muchísimo, y que busque todas las maneras de formación posible, porque eso es importantísimo. Después que busque, por supuesto, unos estudios reglados. Y luego le diría que se mueva, que se vaya por el mundo. Yo me fui con 18 años y estuve diez años fuera. Es importante la perspectiva que te da ver las cosas desde fuera. Conoces gente y te pones en contacto con otros músicos, y eso es muy vital. Pero sobre todo les diría que una buena formación es lo más importante.

P.Supongo que este es un mundillo donde es fácil caer en el desánimo si no salen las cosas...

R. Uf, claro. Hay que transmitir eso a los alumnos también. Esta semana, en el curso, ha habido gente que ha tenido alguna dificultad más grande o que en el escenario no le ha salido como querían. Esto es la vida real, eso está al orden del día. Es importante transmitirles también que no todo es maravilloso en esta profesión, ni mucho menos. A todos mis alumnos, sin quitarles la ilusión, por supuesto, pero intento siempre decirles que esto es muy difícil, que si se quieren dedicar a esto tienen que saber es una carrera dura y difícil; maravillosa, pero tiene sus inconvenientes también.

P.Usted tiene una carrera muy amplia, ha cantado en los mayores escenarios, pero, ¿si tuviera que quedarse solo con uno o dos proyectos de su currículo, cuáles serían?

R.Ay, no lo sé. El paso por un teatro grande como Liceu, por ejemplo, hacer óperas allí es una cosa increíble porque las producciones son majestuosas y trabajas con compañeros que son estrellas del universo. Pero si tuviera que decir una elegiría una Flauta mágica que hice con Gustavo Dudamel, un director maravilloso, y con compañeros de súper luj. Creo que aquello fue bastante alucinante para mí. Me acuerdo mucho también de mis viajes, por ejemplo, las giras por Sudamérica, conciertos en Japón… Es que son tantos que no te sabía decir.

P.Y ahora, ¿qué proyectos tiene de futuro?

R.La agenda está bastante llena. Dentro de unos días me voy a dar otro curso de música barroca a la República Checa. Después descanso unos días y, tengo un montón de conciertos: sinfónicos de música antigua, ópera tengo también en enero en el Teatro Arriaga en Bilbao... Siempre hay cosas.

P.¿Qué tiene de especial o diferente el Festival de Vélez Blanco?

R.La realacióin que se establece con los alumnos y con el resto de profesores. También me encanta que vas por la calle y, de repente, te encuentras a un compañero con el que te hiciste un concierto hace un año, o dos, o que hacía tiempo que no lo veías. Es muy agradable y muy especial.

P.El año que viene se celebra el 25 aniversario del festiva. ¿Estará Marta Infante?

R.Pues no me han confirmado, pero esperemos que sí, porque el 25 aniversario me haría mucha ilusión.