‘La verdad’, un montaje sobre la fragilidad de las relaciones humanas, triunfa en Roquetas

teatro

La comedia estuvo protagonizada por Joaquín Reyes, Natalie Pinot, Raúl Jiménez y Alicia Rubio

Los cuatro actores de reparto saludando al público.
Los cuatro actores de reparto saludando al público.

El Teatro Auditorio de Roquetas de Mar acogió el sábado la representación de la obra La verdad con un reparto de lujo encabezado por Joaquín Reyes y que contó también con Natalie Pinot, Raúl Jiménez y Alicia Rubio. La obra dirigida por Juan Carlos Fisher gustó al público, que se divirtió y paso momentos de risas, ya que se trataba de una buena comedia.

La obra La verdad propone, desde el humor inteligente y la incomodidad moral, una mirada punzante sobre la fragilidad de las relaciones humanas y la facilidad con la que la mentira se instala en la vida cotidiana. Con un ritmo ágil y diálogos precisos, la puesta en escena atrapa al espectador desde los primeros minutos y lo conduce por un juego constante entre lo que se dice y lo que realmente ocurre.

La trama gira en torno a un entramado de parejas que se mueven en la infidelidad, el autoengaño y la hipocresía. El protagonista, convencido de que mentir es una forma de proteger a los demás, construye un discurso aparentemente sólido que, poco a poco, comienza a resquebrajarse. En ese proceso, la obra revela cómo la verdad no siempre libera, y cómo la mentira puede convertirse en una cómoda zona de refugio.

Un hombre engaña a su esposa con la mujer de su mejor amigo. Sin embargo, a medida que avanza la trama, se enfrenta a la posibilidad de que él mismo esté siendo engañado.

A través de diálogos ingeniosos y situaciones inesperadas, la obra juega con la percepción de la verdad y la mentira, mostrando cómo estas pueden ser relativas y manipulables dependiendo de quién las cuente.

‘La verdad’ aborda un tema universal: la delgada línea entre la verdad y la mentira en nuestras vidas cotidianas. Es una comedia que cala hondo, que desnuda las hipocresías y enfrenta al espectador a preguntas incómodas. ¿Cuánto de nuestra convivencia social está sustentada en mentiras «piadosas»? ¿Qué sucede cuando esas verdades ocultas salen a la luz? La obra que no buscaba moralizar, invitaba a observar, reír y reflexionar.

Fue una comedia ágil, donde la trama está perfectamente hilvanada y no da lugar ni siquiera a pensar mucho. Eso si, los actores brillan, están acertados y por momentos viven con intensidad el mensaje que están transmitiendo, a pesar de las risas del público. Un montaje acertado para despedir el año en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar.

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