Cultura

La muerte de Julio Visconti, maestro de la acuarela, lleva el luto al mundo del arte

  • Nacido en Fiñana en 1921, el pintor fallecía ayer en Almería a los 100 de edad y una vida dedicada al arte

Julio Visconti durante una de sus exposiciones en la galería Argar.

Julio Visconti durante una de sus exposiciones en la galería Argar.

Julio Visconti Merino, el acuarelista universal y gran maestro de esta técnica pictórica, falleció ayer a los 100 años de edad en Almería. El mundo de la cultura en general y del arte en particular mostraba ayer su tristeza por la pérdida de un gran hombre, un excelente artista y todo un caballero como siempre lo definieron sus amigos.

La consejera de Cultura, Patricia de Pozo a través de las redes sociales, señalaba que “la pintura almeriense y andaluza está de luto. Nos ha dejado el reconocido acuarelista Julio Visconti, pero nos queda su legado y su obra, siempre con Almería y sus gentes presentes en ella”.

La delegada de Cultura y Patrimonio Histórico en Almería, Eloisa Cabrera aseguraba que “la cultura almeriense está de luto. Nos ha dejado Julio Visconti, un pintor excepcional y una grandísima persona. Gracias por tantos momentos compartidos y tu enorme generosidad”.

Julio Visconti nació en Fiñana el 20 de junio de 1921. De ascendencia italiana, siendo muy joven su familia se instala en Almería capital y estudia en La Salle y en la Escuela de Artes y Oficios. Inicialmente su carrera artística se centra en la escultura y el óleo hasta que en 1960 mantiene su primer contacto con la acuarela, que desde ese momento se convierte en el centro de su obra y se dedica en exclusiva a la pintura.

“Yo pintaba óleo antes de dedicarme a la acuarela e hice alguna exposición. Pero cuando descubrí la acuarela en Madrid, aprendí la técnica y desde entonces no la he dejado, porque es muy rápida. Yo no puedo tener una cosa entre manos mucho tiempo, porque me cansa y me llega a aburrir. La acuarela es muy rápida y es una técnica que me ha dado muchas satisfacciones” declaraba en una entrevista.

En 1982 se instala en Almería, en San José, donde intensifica su relación con el mar. A este periodo pertenecen sus célebres marinas. En 2007 la Universidad de Almería lo llama para impartir un Curso de Verano, experiencia que repetiría varias veces más y que lo consagra como un excelente docente.

Entre los galardones que ha recibido se encuentran el Premio nacional de Acuarela (Valladolid, 1973), el Indalo de Oro, Premio Jesús de Perceval de la Casa Almería en Barcelona, Mejor Acuarelista del año en 1997 por la revista Correo del Arte, la Uva de Oro de la Casa Almería en Madrid, hijo adoptivo y predilecto de Guadix y el Premio de Diario de Almería a la Cultura en 2013.

También fue nombrado hijo adoptivo de Almería en 2008, el año en el que fundó la Asociación de Acuarelistas de Almería, y su pueblo natal (Fiñana) le dedicó una plaza.

Uno de sus temas predilectos fue el paisaje, aunque su obra se podría encuadrar en tres temáticas: paisajes, marinas (con marcado carácter almeriense) e interiores. Su obra se enmarca en el realismo, pero sus imágenes evocan poesía y lirismo. Sobresale por su acentuado sentido de la observación, su forma de interpretar el color, la transparencia y la luz en sus obras.

Hoy jueves a las 12 horas tendrá lugar la misa funeral en el Tanatorio Sol de Portocarrero y seguidamente será inhumado en el cementerio de Almería. La ciudad pierde a un hombre que llevó a su tierra en el corazón.

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