Una muestra recordará los 40 años del descubrimiento del Chiribello
Historia
La exposición se iniciará en el Museo Comarcal Velezano ‘Miguel Guirao’ de Vélez Rubio el 18 de mayo, en torno al Día Internacional de los Museos, y, en agosto, se instalará en Chirivel

Continúan los trabajos preparatorios para la inauguración de la exposición que recordará el 40 aniversario del descubrimiento del Dionysos, durante las excavaciones arqueológicas que se realizaron en el Villar de Chirivel durante el verano de 1985. La muestra se iniciará en el Museo Comarcal Velezano Miguel Guirao de Vélez Rubio el sábado 18 de mayo, constituyendo el motivo central de las actividades en torno al Día Internacional de los Museos, y, posteriormente, en agosto, se instalará en el municipio de Chirivel.
Para que todo esté dignamente expuesto, se han desalojado provisionalmente 3 salas del Centro de Interpretación El Arte y su Tiempo, ubicadas en el propio Hospital Real, sede del Museo velezano. En los citados tres espacios se mostrarán los antecedentes del yacimiento, las primeras informaciones que datan de finales del siglo XVIII y los resultados de la excavación de 1985.
La siguiente sala estará destinadas a conocer y divulgar la sociedad romana en los Vélez: espacios, piezas arqueológicas propias, del Museo de Adra y de coleccionistas particulares; mantos y vestuarios del Paso Blanco y Paso Azul de Lorca, etc.
Finalmente, en la última sala se expondrán varias obras de creadores artísticos, cuyas realizaciones se inspiran en la figura del Chiribello o Dionysos. Todo lo cual estará apoyado en paneles con textos e imágenes, audiovisuales e informaciones rigurosas de las piezas expuestas.
La muestra está patrocinada por los Ayuntamientos de Vélez Rubio y Chirivel y se ha contado con colaboraciones de instituciones y de particulares, tanto para la cesión de piezas arqueológicas, como de elementos decorativos, artísticos y vestuario de las cofradías de Lorca.
Del mismo modo, se han grabado testimonios de los arqueólogos que trabajaron en la excavación citada de 1985 como de personas conocedoras de la riqueza del Villar y de la sociedad romana. En este sentido, destacar el apoyo, colaboración e información que han aportado dos empresas velezanas para la realización de una escultura del Dionysos en 3d; los conocimientos de la profesora de Historia Antigua, Cándida Martínez López, gran conocedora e investigadora del periodo ibérico y romano en los Vélez; Carmen Mellado y Julián Martínez García, arqueólogos responsables de los trabajos de 1985; Antonio Egea Martínez, el mejor conocedor del yacimiento desde su juventud en los años 60; Modesto García Jiménez, protagonista del mundo cultural del Chirivel; Sergio Fernández Cervilla, estudioso de los mosaicos romanos; Cruz Ramos, hija de José Ramón Ramos Díaz, ya fallecido, que ha facilitado la digitalización de decenas de imágenes tomadas por su padre en el verano de 1985, donde, además de los trabajos científicos, aparecen numerosos vecinos de Chirivel que o bien curioseaban las tareas o colaboraron en los trabajos arqueológicos.
Merece la pena resaltar el fondo de imágenes que se van a poder visualizar relativas a la excavación del verano de 1985, pues, al propio interés arqueológico, se suman multitud de rostros de paisanos de dentro y fuera de Chirivel, constituyendo un aporte fundamental tanto desde le punto de vista sentimental y de recuerdo como para entender mejor los trabajos arqueológicos de hace 40 años.
Escultura romana más conocida como ‘El Chiribello”, una de las piezas más atractivas y de mayor impacto a lo largo del recorrido por el Museo de Almería. En la escultura aparece representado el dios romano Baco, cuyo antecedente es el Dionysos griego, dios de la vid, del vino y del delirio místico.
El Baco de Chirivel presenta a un dios muy joven, prácticamente un adolescente de “formas mórbidas, casi femeninas” con la cabeza suavemente girada hacia la derecha y la mirada al frente. Su mirada es serena y concentrada en el horizonte, lo cual nos remite a modelos muy clásicos. Pupilas e iris están sin marcar. Su cabeza de pelo rizado, está rematada por una composición abigarrada. En un nivel inferior el pelo está sujeto por una cinta o diadema que aún así permite que dos largos mechones resbalen a ambos lados de la cabeza cayendo sobre el pecho del joven. En un nivel superior, una cuerda con broches en forma de flor sostiene un complejo tocado con los atributos báquicos.
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