Su presencia sobre el escenario está cargada de referencias a otra época y su apuesta por el jazz y el soul se traduce en “Historias  que emergen de un pentagrama”, explican desde este grupo que inaugura la programación de conciertos del mes en la Sala EMMA. Music, Soul & Cinema Band actuará en este escenario el próximo viernes 8 de noviembre a las 21:00 horas.

“Con ellos me siento feliz, conjugo unas continuas ganas de aprender con mucha diversión. No son solo unos músicos excelentes, sino que además son pura creatividad; una mezcla excelente de técnica e improvisación”, afirma Mar Venzal. Ella es la vocalista de una banda compuesta por el contrabajo de Ginés Peregrín, la batería de Curro Domene , la guitarra de Pedro Montoya, el teclado de Mateo García, la trompeta de Antonio Manuel Berenguel y el saxo de Ginés Soto Agüero.

El séptimo arte es sin duda el eje vertebrador de un repertorio con aires americanos de mediados del s. XX. Al igual que en Estados Unidos las canciones del soul saltaron de las iglesias a la calle hasta los locales donde hubiese un piano o un escenario como salida laboral para muchos ciudadanos negros con talento, la música ha supuesto un estímulo para Mar Venzal a la hora de expresarse y conectar con su faceta más artística. Su carrera como abogada en distintas ciudades y áreas del Derecho se ha visto sorprendida por la música y el teatro desde que empezó a recibir clases de canto en la Escuela Municipal de Música y Artes de Almería. Hubo un momento significativo en el que descubrió que la música le ofrecía libertad cuando tenía doce años y flirteaba con ballet en las clases de Amelia del Águila.

La almeriense se enfrenta con naturalidad y confianza ante el hecho de que cada vez haya más música en su vida. “Creo que estoy aprendiendo mucho más allá de la música, el canto o la interpretación; la mejor enseñanza está siendo, sin duda, amar lo que hago, eso es una inyección para superar los miedos, las creencias limitantes e incluso los momentos difíciles que la vida te trae”, asegura.

La banda se presenta como fruto de las sinergias y la equidad. Su cuidada imagen, una sofisticada puesta en escena y la pasión de los músicos, envuelven la propuesta de un halo nostálgico y emotivo sin perder la vitalidad y la energía de su ritmo. “El cine es, en parte, la razón de nuestra existencia”, explica la cantante. El proyecto surgió en 2018 a partir de una una idea de Ignacio Mañas, El Indaliano, quien le propuso a la organización del Festival de Cine de Vera introducir música de cine en alguna de las galas. A partir de ahí comenzó un recorrido que hasta ahora ha cosechado treinta actuaciones.