La Orquesta Alborán abraza la música de los 80 en un espectáculo benéfico

El Teatro Apolo vivió una velada mágica en la que la música y la solidaridad se fundieron para ofrecer al público un espectáculo inolvidable. El musical Una noche musical en los 80’s, interpretado por la Orquesta Alborán, llenó por completo el aforo y ofreció una experiencia artística cargada de emoción, energía y compromiso social.

La función, que formaba parte de la programación cultural navideña del Ayuntamiento de Almería, y promovida por el Área de Familia, Inclusión e Igualdad, se presentó a beneficio de la Asociación Argar, en apoyo a los niños y adolescentes con cáncer y a sus familias. La recaudación íntegra contribuirá a los proyectos y servicios que esta entidad desarrolla en la provincia, subrayando la importancia de unir ocio y altruismo en estas fechas tan señaladas.

El musical transportó al público a la década de los ochenta, mezclando con maestría grandes éxitos de esa época con temas emblemáticos del teatro musical actual. La historia, emocionante y muy bien hilvanada, giró en torno a tres jóvenes artistas que persiguen sus sueños en un mundo escénico lleno de retos, amistad y grandes emociones, e invitó a la audiencia a revivir la nostalgia de una época dorada de la música. El guión original, dirección teatral, dirección musical y arreglos fueron a cargo de José Alonso Sánchez Marín.

La Orquesta Alborán brilló sobre el escenario con un planteamiento musical impecable, respaldada por un grupo de instrumentistas de alto nivel y la destacada presencia vocal de tres jóvenes intérpretes que conquistaron al público con su calidad, carisma y afinación vocal. La mezcla de voces y sonidos tuvo un impacto muy positivo entre los asistentes, quienes agradecieron tanto la excelencia artística como la causa solidaria que representaba el espectáculo.

Más allá del brillo escénico, el verdadero sentido de la velada estuvo fuera del telón. Toda la recaudación se destinará a la Asociación Argar, que acompaña a niños y adolescentes con cáncer y a sus familias. Un gesto solidario que convirtió el aplauso final en algo más profundo: en una muestra colectiva de apoyo y esperanza. Dos horas de calidad musical.