Outcast A New Beginning se convierte en el mejor tributo al padre de los mundos abiertos

El Loot de Txeron

La secuela del juego de culto no revoluciona como antaño al apostar por mecánicas ya estandarizadas en el sector pero sí emociona en exceso por sus innumerables guiños a los que lo jugamos hace 25 años

Destaca su notable apartado visual, su perfecto doblaje al castellano y por una banda sonora de primer nivel

Rise of the Ronin alcanza el cenit en el ocaso samurái en el Japón del siglo XIX

Contra: Operation Galuga, de vuelta a los 90 con un intenso chute de acción y nostalgia

El título nos devuelve a Adelpha con un notable acabado gráfico.
El título nos devuelve a Adelpha con un notable acabado gráfico.

Almería/Allá por el año 1999 (¿fue en el siglo XX?) descubrí el videojuego que se convertiría con el paso de los años en mi título favorito de siempre. Se trata de Outcast, un juego de acción en tercera persona publicado en PC y protagonizado por un marine llamado Cutter Slade que, entre otras muchas cosas, fue toda una revolución por ofrecer uno de los primeros mundos abiertos. Un género que se ha convertido con el paso de los años en uno de los referentes para el sector (y de los más productivos económicamente).

Outcast A New Beginning

Género: Acción Lanzamiento: 15 de marzo Desarrolladora: Appeal Studios Plataformas: PC, PS5 y Xbox Series Textos: Español Voces: Español Precio: 60-70€

Su acabado visual puntero y su majestuosa banda sonora (tarareo los acordes de memoria pese a que ya calzo canas) dejaron un importante poso emocional. Por eso, la publicación hace unas semanas de la secuela, Outcast A New Beginning, tras años de desarrollo, retrasos y un largo peregrinaje por el desierto, era la culminación de un sueño utópico.

La mochila propulsora ofrece multitud de posibilidades para afrontar los retos que presenta el título.
La mochila propulsora ofrece multitud de posibilidades para afrontar los retos que presenta el título.

Y es que volver a meterme en la piel del bueno (y bromista) de Slade un cuarto de siglo después de su primera aventura (si no incluimos en la ecuación el remake de 2017 del original titulada Outcast Second Contact) ha sido, sin duda, una grata experiencia. He precisado unas 30 horas para ver cómo bailaban los créditos en la pantalla y tras hacerlo y soltar el teclado y el ratón, la sensación es que ha merecido la pena la espera, pero con matices.

El desarrollo de Outcast A New Beginning ha recaído en manos de Appeal Studios, equipo responsable de la primera entrega y se nota. Hay tantos guiños a la aventura de Cutter Slade en ese mundo alienígena llamado Adelpha que las sonrisas y también alguna lágrima están a la orden del día. Y se agradece porque es un título que no reniega de la esencia que le permitió convertirse en un juego de culto con el paso de los años y que juega con esos recuerdos constantemente durante las numerosas conversaciones que mantiene nuestro héroe con los talans, la raza alienígena que puebla Adelpha.

En esta segunda entrega, que tiene lugar dos décadas después del final de la primera, la historia gira en torno a Cutter que vuelve a aparecer en Adelpha sin recordar quién es, cuál es su pasado y por qué está ahí y de repente se ve envuelto en una guerra entre los pobladores y los invasores que le resultan muy familiares. En ese momento, arranca una aventura que cuenta con una carga narrativa muy importante y que desvela algunas incógnitas que dejó sin resolver el original.

Adelpha luce mejor que nunca gracias al mimo en su apartado artístico y visual.
Adelpha luce mejor que nunca gracias al mimo en su apartado artístico y visual.

El problema radica en que en pleno siglo XXI la fórmula que despliega Appeal Studios no consigue como antaño agitar el género y peca de estandarización al apostar por una estructura de un mundo abierto dividido en diversos poblados (un total de siete) que ofrecen misiones y un mapa generoso con teletransportadores y diversas tareas secundarias que potencian las mecánicas de plataformeo y acción: conquistar bases enemigas, asaltar convoyes aéreos, limpiar zonas infectadas o encontrar varios tipos de coleccionables, son algunas de las tareas que podemos realizar mientras ayudamos a los talans y la historia avanza. Una fórmula ya vista en otros muchos títulos que le resta frescura y que a la larga se puede hacer repetitiva.

Donde sí sorprende es en su apartado audiovisual de primer nivel. Adelpha luce como nunca en esta segunda entrega, primero por su colorida paleta de colores que casan a la perfección cuando se plasman en pantalla biomas desérticos, nevados, selváticos, y segundo por ofrecer una gran distancia de dibujado y un mimo por el detalle notable. Todo pese a ser un título doble A alejado de las superproducciones pero que se defiende muy bien en las distancias cortas.

También son reseñables todas las capas de personalización que añade el título permitiéndonos realizar mejoras en diversas habilidades para que Cutter pueda potenciar sus ataques cuerpo a cuerpo, su escudo o su mochila propulsora, un gadget que se convierte en la estrella del título al permitirnos desplazarnos a gran velocidad por el mapa, ejecutar acrobáticos saltos y alcanzar lugares que a priori parecen inalcanzables. Desplazarse por Adelpha es ahora mucho más divertido que antaño.

Los combates son muy dinámicos y nos pondrán más de una vez en apuros.
Los combates son muy dinámicos y nos pondrán más de una vez en apuros.

A ello se suma la gran variedad de mejoras que se pueden instalar en las armas que portará nuestro héroe, muy necesarias para afrontar las numerosas fases y encuentros contra los invasores y también jefes con la típica barra de vida y la propuesta termina por ser casi redonda ya que a la larga, cuando consigas una parte de ellas y varias habilidades, perderánalgo de emoción al convertirnos en verdaderas máquinas de matar.

El título viene perfectamente doblado y traducido al castellano lo que ayuda en la inmersión. Además, el equipo responsable ha apostado por frases y dichos muy castizos en España que, sumado a las diferencias culturales entre Slade y los pobladores autóctonos de Adelpha generan multitud de situaciones cómicas.

Y en cuanto a rendimiento puro y duro, el título funciona como la seda en PC por encima de los 120 fps en resolución ultrapanorámica 21:9 con todos los detalles al máximo con un Ryzen 5800X3D y una RTX 4070Ti. Es una gozada la suavidad que destila y que se agradece durante los frenéticos combates o los tramos de plataformas en los que una pequeña interrupción puede acabar fastidiándonos.

Conclusiones

En definitiva, Outcast A New Beginning es el perfecto homenaje a un título icónico que sorprendió a muchos a finales de los 90 y que con el paso de los años sirvió como influencia a muchos desarrolladores. Su 'hijo' no revoluciona en la actualidad como sí hizo el 'padre' pero es innegable que sí emociona en exceso por sus incontables guiños. Si te gustan los juegos de mundo abierto, esta es una propuesta perfecta aunque no jugases al original al ofrecer una mezcla perfecta de acción, plataformas y exploración junto con un medido y satisfactorio menú de personalización de nuestras armas y nuestras habilidades.

Y si lo jugaste en su día o en su edición Second Contact, prepárate porque su desarrollo argumental no te dejará indiferente. Cutter Slade ha vuelto por todo lo alto y sin arrugas mientras que otros que lo idolatramos no escapamos de ellas y del inexorable devenir del tiempo. Ojalá la saga tenga continuación en el futuro pero, eso sí, esperemos que no tarde tanto en publicarse porque si no tendremos que ser resucitados por los Yods. ¡Larga vida al Ulukai!

stats