Los paisajes y marinas de Soledad Gómez se exponen en la galería Argar
La granadina, afincada en Valencia, muestra por primera vez sus trabajos en la galería de arte Argar. Entre las preferencias de la pintora se encuentra el mar
La artista, afincada en Valencia, Soledad Gómez expone por primera vez su obra pictórica en la galería de arte Argar. La exposición, que reúne más de 40 óleos, estará abierta al público hasta el día 27 de enero. La pintora comenzó a estudiar Artes y Oficios en Granada y luego se marchó a Valencia para hacer Bellas Artes y allí lleva ya viviendo unos 45 años aproximadamente.
La formación de Soledad Gómez era excepcional cuando se matriculó en Bellas Artes, tanto que era la alumna más aventajada de todos. La luz de Valencia le impactó tanto que siempre la ha acompañado en su obra. Ahora ha cumplido 55 años pintando, porque considera que es su gran pasión. Algunos críticos de arte aseguran que "la pintura de Soledad Gómez, con una materia plástica muy buena, tiene un sentido cromático vivo, que en ocasiones llega al fauvismo, y va glosando paisajes humanos y geofísicos con una gran maestría".
Gómez recuerda sus principios en el arte, cuando le dio por hacer retratos. "Para mí los retratos eran tan fáciles de hacer que los terminaba en un momento. Y luego para relajarme pintaba unos trigales o una marina, que también me encantan", apuntó la granadina. "Siempre busqué un lugar que tuviera el mar cerca, porque me encanta pintarlo. Es más, todas las ciudades cercanas al mar de la provincia de Valencia, las he pintado ya".
"Ahora estoy más libre, porque mis hijos ya están criados y tengo más tiempo para pintar. Mi hijo está destinado en Almería y siempre me encanta venir a esta tierra, donde yo viví siendo muy pequeñita. Mi madre, al ser de Albuñol, nos transmitió Almería como algo muy familiar, e incluso tengo aquí también mucha familia. Es una ciudad muy dulce y cuenta con una gente muy simpática. De pequeña venía a la provincia e íbamos al Zapillo".
En esta gran exposición hay varias estampas del Puerto de Almería. "El año pasado estuvimos en la ciudad, y cogí apuntes y fotografías en la zona portuaria, sobre todo, donde están todos los barcos", manifestó. A la artista le gusta pintar en formatos medianos y grandes, porque se siente más a gusto. Me gusta la pincelada suelta, como le gustaba a Sorolla", apunta.
La pintora crea un clima, una atmósfera que envuelve al espectador y lo transporta al lugar donde ella supo expresar tan magistralmente los elementos de la naturaleza. El valor, color, expresión y mensaje crean un clima sugestivo que envuelve e introduce al espectador en el lugar donde plasma su visión pictórica, envolviendo en un aire romántico, trasladando a épocas donde el color y la luz eran la esencia del sentimiento.
La luz es una característica de su obra. "Yo suelo poner mucha más luz de la que realmente me encuentro en Valencia. En Almería hay una luz única, y eso se nota en cuanto pisas esta tierra".
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