‘Los presidentes de la Diputación de Almería’ se presenta el próximo jueves en el Patio de Luces
La obra que edita el Instituto de Estudios Almerienses la coordinan Carlos Villoria y Valeriano Sánchez Ramos
El próximo jueves, 30 de octubre se presenta a las 19 horas en el Patio de Luces de la Diputación, la obra Los presidentes de la Diputación de Almería que edita el Instituto de Estudios Almerienses. La obra ha sido coordinada por Carlos Villoria y Valeriano Sánchez Ramos.
Con este libro se pretende dar a conocer a los presidentes que ha tenido la Diputación de Almería en estos doscientos años mediante un estudio riguroso en el que se cuenta con los mejores especialistas.
La creación de una nueva provincia en el sector oriental de la antigua provincia y reino de Granada provocó un intenso debate tanto en torno a su delimitación territorial como, sobre todo, en la determinación del municipio que debería ostentar la capitalidad de la nueva jurisdicción administrativa.
El debate quedó decidido durante el Trienio Liberal (1820-1823), cuando las Cortes, depositarias en exclusiva de la soberanía nacional, debatieron y decidieron la nueva configuración del territorio español dividido en 49 provincias. En 1823, con la restauración del absolutismo, quedó suprimida esta nueva organización.
Once años después el decreto del ministro de Fomento Javier de Burgos de noviembre de 1833, aprueba definitivamente la división del territorio español que todavía subsiste. Su contenido vino a confirmar mayoritariamente lo que se decidió en las Cortes liberales en enero de 1822, con algunas modificaciones menores (en el caso de la provincia almeriense, con el añadido del municipio de Adra).
La provincia de Almería no solo existió sobre el papel desde 1822, en virtud del acuerdo adoptado por las Cortes españolas, sino que en ese mismo año se fue dotando de sus organismos de gobierno fundamentales, como la Jefatura Política (antecedente del Gobierno Civil) o la Diputación Provincial.
La provincia de Almería no solo existió sobre el papel desde 1822, en virtud del acuerdo adoptado por las Cortes españolas, sino que en ese mismo año se fue dotando de sus organismos de gobierno fundamentales, como la Jefatura Política (antecedente del Gobierno Civil) o la Diputación Provincial.
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