Cultura

El público comparte en el Apolo un viaje por las emociones en busca de la ‘Felicidad’

  • El programa Delicatessen se abrió en la tarde de ayer con una reflexión teatral sobre el intento de ser feliz, dentro de la Cultura Segura

Escena de la obra ‘Felicidad’ representada en el Apolo.

Escena de la obra ‘Felicidad’ representada en el Apolo.

Las relaciones en pareja viven por vaivenes emocionales que se acrecientan con el paso del tiempo. Por eso, la obra Felicidad ha sido para el público que asistió en la tarde de ayer al teatro Apolo como mirarse al espejo y contemplarse a ellos mismos, o quizás a sus amigos, situaciones humanas, vivencias, que muestran el día a día de la palabra compartir. El programa Delicatessen, organizado por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería y coordinado por Axioma Teatro, ofreció anoche con ‘Felicidad’, la primera de las tres sesiones de la temporada de otoño con una reflexión sobre el intento de ser feliz en la madurez.

Dos hermanos. Dos parejas. Madrid y Helsinki, que confluyen en un viaje a Lisboa, donde afloran los sentimientos. Un viaje por las emociones que preocupan a todos: amor, familia, hijos, soledad, trabajo, pareja… y cuatro actores que realizan una representación auténtica y creíble: Raquel Mirón, Enrique Asenjo, Homero Rodríguez y Cristina Rojas, a su vez directora de la obra de la compañía ‘Tenemos Gato’.

La escenografía, sencilla, centra todo el protagonismo en los actores, cercanos, que desnudan sus sentimientos ante la atenta mirada del público, incluso el cambio de vestuario se realiza en el escenario. Durante hora y media hay tiempo para reír, bailar, flirtear, pensar, reflexionar, reprochar, dudar… los sentimientos de una persona que se siente viva y que desea vivir en su plenitud con su pareja.

Las dos parejas se juntan en un viaje a Lisboa, y ahí la mochila de reproches se abre para poner en peligro ambos binomios. Planteamiento, desarrollo y catarsis final en una representación muy bien estructurada, que se apoya, en determinados momentos con el audiovisual, donde se juega con la grabación en directo de la situación que viven los actores para duplicarla en la pantalla.

Un texto base. Cuatro actores. Unas improvisaciones. Una reescritura. Unos ensayos. Más ensayos. Unas músicas. Una escenografía. Unas luces. Un vestuario. Una coreógrafa. Más ensayos. Y mucho amor. Felicidad y una pregunta lanzada al público, ¿Qué tal? ¿Bien? Aplausos para el teatro bien hecho en un ambiente de cultura segura, dentro de la programación del Ayuntamiento de Almería.

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