Cultura

El ritmo más callejero marca los pasos de los 'Hermanos de Baile'

  • El escenario del Auditorio acogió a siete artistas que llevaron diferentes disciplinas como el break dance, el claqué y el flamenco. El público acabó en pie al final de la obra

Tres bandas preparadas para demostrar su talento sobre el escenario del Auditorio Municipal. Flamenco, break dance y claqué son los tres estilos de baile que el público que acudió el sábado a ver Hermanos de baile pudo presenciar. La compañía Yllana y Adelante Artística consiguieron con los siete artistas que se posaron sobre escena levantar al público de sus butacas.

La noche comenzó con dos cambios por sendos accidentes de dos de sus bailarines originales. Kelian Jiménez, de flamenco, fue sustituido por Francisco Vilches, y Rubén Sánchez, de claqué, tuvo a Rubén Pérez como al artista que representó su papel.

Tras estos cambios comenzó la función con los primeros bailarines. La danza callejera, break dance, fue la que rompió el hielo con sus dos artistas: Héctor Hope y Guille Vidal-Ribas.

Los dos bailarines conocen al hombre que le iba a dar ritmo a sus bailes y coreografías, el percusionista José Álvarez El Montaña. Los primeros pasos que dieron fueron sicronizados y después cada uno fue demostrando su talento por solitario. Fue la pareja más humorística de la noche y la que consiguió sacar más carcajadas entre los asistentes.

Por la zona de acceso del público, entró la segunda pareja, que estaba compuesta por Ludovico Hombravella y Rubén Pérez. Los dos artistas de claqué se mostraron desafiantes con los primeros que habían entrado a escena y viceversa.

Mientras se iban desarrollando los bailes, se pedía al público que marcara el ritmo con las palmas y muchos de los asistentes también llevaban el sonido con la cabeza.

Era tal el enfrentamiento entre bandas que ellos mismos pedían a los asistentes que jalearan de forma más profusa para ganar la batalla de talento.

Guille Vidal-Ribas demostró su elasticidad sobre el escenario y en ocasiones parecía que se fuera a desencajar.

La tercera pareja en entrar a la representación fue la de los flamencos, Raúl Ortega y Francisco Vilches, que consiguieron arrancar grandes ovaciones del público ejidense. Los distintos estilos se situaban en un lado del escenario mostrando su enfrentamiento y éste también se pudo ver con burlas en clave de humor que gustó a los asistentes.

Tras las distintas exhibiciones que ofrecieron las distintas parejas, le tocó el turno al sólo de percusión de José Álvarez El Montaña. Con energía y habilidad, el artista consiguió impregnar de ritmo el Auditorio.

En la obra también se hizo algún guiño al municipio ejidense y los artistas concluyeron con una mezcla de disciplinas. Los seis bailaron claqué, flamenco y break dance con lo que consiguieron que al final de la obra los asistentes se pusieran en pie. Al final del espectáculo, Raúl Ortega pidió excusas por las bajas y lo recompensó con más baile.

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