La rumba de Estopa suena a golpe de percusión con Mayumana

Cuando Mayumana actúa en cualquier teatro siempre hay una alta expectación y, mucho más, en el momento en el que el concepto de la compañía tiene ciertas innovaciones o cambios. En esta ocasión, además de su esencia, la de la percusión, integraron el teatro musical y ahí es donde este reconocido grupo necesita algo más de fuerza.

La idea es buena. Las canciones más conocidas de Estopa, sus tradicionales ritmos con bodypercusión y otras formas de tamborrear, y una historia de amor tradicional con dos familias enfrentadas al estilo de Romeo y Julieta.

Rumba! es el título de la representación y, aunque las canciones estaban adaptadas a un estilo de musical, también se movió el esqueleto al estilo de este género de música tan español.

En las cuatro representaciones que se vivieron desde el viernes hasta el domingo, hubo cuatro protagonistas principales, es decir, dos Romeos y dos Julietas. Cisco Cruz y María Ordóñez, como los protagonistas de la obra, y Lucía Ambrosini y Miguel Ángel Belotto, como los sustitutos de la función del domingo, la que se va a desgranar.

Tapas Muñoz y Hermanos Jiménez son dos negocios familiares, uno frente a otro, y claro la competitividad en el barrio también supone un problema de entendimiento. Una pareja de cada grupo se enamora y hay peleas, retos musicales y todo lo que una escena de una película inspirada en el Bronx se pueda imaginar. La historia necesitaría varias vueltas de dramaturgia para sorprender, pero la esencia de Mayumana conseguía tapar en cierta medida este tipo de carencias de guión.

Con las manos iluminadas y el resto totalmente integrado en la oscuridad, la compañía comenzó con lo que se esperaba de ellos, su percusión.

No importaba como lo hicieran, si con una caja de cerveza, con el cuerpo o con vasos, pero lo que es cierto que la fórmula sigue funcionando. Ya el musical fue otra cosa. La calidad vocal de los protagonistas sí era buena, el del resto de componentes no lograba despuntar. Dentro de los estilos, el beatbox y el rap sí quedaban integrados dentro del espectáculo.

Si se valora la percusión sigue siendo impecable. Con las botellas adquiría sonidos de auténtica belleza. Sus batucadas levantan al público y su ritmo se vuelve, en ocasiones, contagioso. El esqueleto, como se suele decir, se mueve al son que marca la compañía y terminar con este tipo de números es un acierto en todos los sentidos.

El tema principal de la obra es Miriam, canción de la regrabada por los seguidores maqueta del primer disco de Estopa. Pero Tu calorro tomó protagonismo en varias ocasiones. No faltaron piezas como Malabares, El Run Run, La raja de tu falda, Fui a la orilla del río, Como Camarón, Cacho a cacho, Pastillas para dormir... El público en pie con la batucada y ya aprovechó para aplaudir a la compañía. Con el golpe final, sí hubo jubilo, durante la actuación un poco más frío.