El talento almeriense brilla en el cierre de los Atardeceres Flamencos

Flamenco

El broche de oro corrió a cargo de Edu García, MariÁngeles Fernández y el grupo Kemanda

MariÁngeles Fernández y Edu García durante su actuación en el Mesón Gitano.
MariÁngeles Fernández y Edu García durante su actuación en el Mesón Gitano.

Los Atardeceres Flamencos llegaron para quedarse. Es lo que demuestra la alegría del público y la satisfacción de los artistas. Los cantaores Edu García y María Ángeles Fernández y el grupo Kemanda pusieron talento y ritmo al último sábado, muy aplaudido por el público.

El concejal de Cultura, Diego Cruz, destaca que “el ciclo ‘Atardeceres Flamencos’ ha venido a demostrar el enorme talento que existe en el flamenco almeriense, tanto en cante como baile y guitarra. Este ciclo ha permitido mostrar su calidad y que brillen en un espacio especial como es el Mesón Gitano, a los pies de la Alcazaba. La respuesta del público demuestra que es un proyecto que ha venido para quedarse y seguir desarrollando el talento local”.

La quinta sesión de los Atardeceres Flamencos se dividió en dos partes. Tras la presentación de Jesús Herrera y el coordinador, Antonio El Genial, se llevó a cabo un recital conjunto de Edu García y MaríaÁngeles Fernández. Edu García ofreció un recital lleno de tradición y personalidad, en un viaje sonoro por los palos más sentidos del arte jondo. Su voz profunda y cargada de matices fue muy aplaudida.

MariÁngeles Fernández, hija del genio de la guitarra José Fernández Torres, Tomatito, que estaba animándola desde el público, demostró que el flamenco no sólo se hereda, sino que también se cultiva con alma, trabajo y talento. Su voz emergió con una limpieza cristalina, al tiempo que firme y llena de cuerpo. MaríaÁngeles canta con verdad, con técnica y con un gusto exquisito.

Los Atardeceres Flamencos no pudieron tener mejor broche que el buen hacer, alegría y ritmo de Kemanda, un nuevo grupo que animó la ya tarde-noche, con una fusión del flamenco con los estilos actuales, ofreciendo una puesta en escena fresca y versátil, con voz, saxo, teclado y percusiones.

Los Atardeceres Flamencos han unido talento, patrimonio y la alegría que se respira en este entorno.

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