Es un actor que saltó a la popularidad a través de la televisión, aunque su pasión siempre ha sido el teatro. Mañana viernes y el sábado representa en el Maestro Padilla junto a Pepón Nieto la obra Mitad y mitad, una comedia negra para no parar de reír.

- La obra está gustando mucho allá donde la habéis presentado.

- Sinceramente el público está respondiendo bien, la crítica también está siendo muy buena. Lo que interesa al fin y al cabo es el público que es para quien está hecha la función. Afortunadamente de momento está funcionando. Después de Almería vamos a Alicante donde hace tiempo que ya no quedan entradas.

- ¿Cómo está resultando su experiencia junto a Pepón Nieto?

- Es muy positiva. Aunque ha habido momentos felices y momentos menos felices, lo cierto es que un placer trabajar con un gran actor como es Pepón. Cuando sobre el escenario trabajas con otro actor solamente es como si te casaras con él, como si fuera un matrimonio y en todo matrimonio hay sus más y sus menos. El resultado es maravilloso y ahora estamos disfrutando del éxito de esta obra.

- Es una comedia bastante negra.

- Sí, porque juega mucho con la muerte. No se aleja nada de la realidad porque toda la vida ha habido disputas familiares por herencias y lamentablemente sigue ocurriendo. En este mundo materialista que vivimos se da muchas veces más importancia a lo material que a lo sentimental. Somos dos hermanos que nos peleamos por la herencia de una madre. Uno está metido en líos de corrupción. Son en realidad dos supervivientes, porque en el fondo no son malas personas.

- ¿Qué tiene el teatro para un actor que engancha tanto?

- El teatro es como un salto al vacío, adrenalina pura, porque cuando se levanta el telón no hay marcha atrás, cosa que en el cine se puede repetir varias veces una escena e incluso en televisión. El resultado en el teatro es instantáneo. El teatro también te da la oportunidad de ser dueño de tu trabajo, cosa que en cine o televisión no pasa porque una vez acabado de rodar o grabar ya no eres dueño de nada.

- ¿Se van cumpliendo sus sueños?

- Sí, porque mi sueño siempre fue hacer teatro. Lo primero que hago en mi vida es leer mucho teatro y hacer cursos de teatro y luego ya me metí en la Escuela de Arte Dramático. Yo empece haciendo teatro con Animalaria. Y ahora mi sueño es montar mi propia compañía y hacer los proyectos que yo elija y hacer cine y televisión en ocasiones muy puntuales. Donde mejor me siento es en el teatro.

- ¿Qué augura para este año 2013?

- El mundo de la cultura lo tenemos jodido. De hecho, el teatro desde que ha subido el IVA ha perdido un millón de espectadores. Está complicado para el teatro y para el cine. La situación es lamentable en general en el país. Hay que tirar para adelante, y no ser negativo.