Los vecinos de Bacares recuperan las fiestas de La Mojonera tras 50 años
La pedanía, que ahora se encuentra deshabitada, ha vuelto a realizar su procesión de la Virgen de Fátima
Para el próximo año se espera tener finalizado un árbol genealógico de todos
Si hay algo que enriquece la cultura de un pueblo y la unión entre sus vecinos son sus tradiciones. El pasado fin de semana la deshabitada pedanía de La Mojonera, del municipio de Bacares, volvió a cobrar vida. Sus calles se convirtieron en una fiesta y la diversión estuvo más que asegurada.
El motivo no fue ni más ni menos que la ilusión de muchos de volver a revivir su procesión de la Virgen de Fátima, que hace más de cincuenta años que no se realizaba, pero que aun perduraba en la memoria de muchos bacareños, que tras varios intentos, consiguieron recuperar esta fiesta en la que antaño participaban sus propios padres y abuelos.
Esta especie de viaje al pasado comenzó el viernes por la tarde con la recuperación de la antigua imagen. "Era muy pequeña y estaba muy deteriorada, por este motivo una vecino donó una más grande, con la que finalmente se procesionó", nos cuenta Domingo Barrachina, uno de los precursores de la recuperación de la fiesta.
El sábado fue el gran día. Varios vecinos volvieron a portar a la Virgen de Fátima sobre sus hombros, tal y como lo hacían sus familiares, haciendo el recorrido tradicional por el que se paseaba hasta La Mojonera. Al finalizar la procesión, se sirvieron refrescos y cervezas para todos los que habían participado.
Para premiar de alguna forma a todos los que colaboraron, ya fuese de forma económica, o limpiando el recinto, se preparó una deliciosa paella, que terminó en un baile de pasodobles cargado de ilusión y de emoción por el momento que estaban viviendo.
"Hace varios años que queríamos hacer esto y recuperar la tradición. Esta vez le dimos el empujón definitivo porque teníamos muchas granas e hicimos una reunión, y al final conseguimos hacerlo" explica Domingo Barrachina, a lo que añade que "la idea es realizar una pequeña capilla el año que viene para que la Virgen esté ahí todo el año, pero necesitamos colaboración".
La pedanía de La Mojonera se encuentra actualmente deshabitada: "Ya no queda nadie, los últimos fueron mis padres y mi tía Emilia. Es complicado que vuelva a cobrar vida, pero se le dará un impulso económico para adecentarlo y que haya actividades" concluye Barrachina.
A pesar de la situación en la que se encuentra la pedanía, no se olvidan de su historia. Para el año que viene está previsto finalizar un árbol genealógico de los vecinos. Además, se realizó una exposición de fotografía de las procesiones que se hacían hace más de sesenta años.
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