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Los videojuegos también tendrán un Arca de Noé en España

  • La Biblioteca Nacional guardará una copia física y una digital de todos los videojuegos desarrollados en España tras aprobarse la medida en el Congreso de los Diputados

Los videojuegos también tendrán un Arca de Noé en España

Los videojuegos también tendrán un Arca de Noé en España

El Arca de Noé es una de las historias más conocidas y difundidas de la Biblia. En ella se cuenta que un hombre llamado Noé construyó un arca gigantesca por mandato de Dios para salvar a su familia y a los animales del diluvio universal con el objeto de preservar su existencia.

Ahora, los videojuegos también se subirán a esa arca y deberán ser remitidos para su depósito legal, según la reforma de esta figura legal aprobada esta semana por la Comisión de Cultural, en la que también se reconoce como centro de conservación a la Filmoteca Española.

De esta forma, la conservación de los videojuegos, una tarea pendiente para el patrimonio cultural de muchos países, entre ellos España, está cada vez más cerca de ser una realidad. Con esta medida se da un paso más tras la petición en 2019 llevada a cabo por la Biblioteca Nacional española de preservar los videojuegos.

Y es que hasta ahora, los videojuegos se recogían en los depósitos como documentos audiovisuales pero "no se estaban recogiendo en las cantidades que el mercado de estos productos representa", se señalaba en 2019 en el comunicado oficial de la Biblioteca Nacional (BNE), "por lo que se considera necesario su identificación individualizada y mención expresa". Esta tipología propia para el videojuego permitirá a estas instituciones "cumplir con el deber de preservar el patrimonio bibliográfico, sonoro, visual, audiovisual y digital de las culturas de España en cada momento histórico", objetivo principal del Depósito Legal, así como ofrecer "acceso al mismo con fines culturales, de investigación o información".

Este proyecto de ley responde a la propuesta de la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos, que ya en 2019 hizo una propuesta en la que, entre otras cosas, se daba una mayor importancia al videojuego como patrimonio cultural. Santos aseguraba que "los videojuegos serán bien de interés cultural en el futuro, porque tienen un valor cultural importantísimo como creación artística", y de ahí la importancia de conservarlos "aunque quizá ahora no les demos mucho valor", apostillaba.

Santos, desde su nombramiento en 2013, ha trabajado de manera titánica para dar mayor importancia a los medios digitales y por ello la BNE comenzó a colaborar con distintas asociaciones para garantizar la conservación de la producción española. No en vano, a principios de 2021, se llevó a cabo desde esta institución un llamamiento a particulares para ampliar, a base de donaciones, sus fondos dedicados al videojuego.

Votación

Con 30 votos a favor y cinco en contra (VOX), esta iniciativa ha salido adelante en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados. Una nueva norma que, por una parte incorpora nuevas tipologías documentales objeto de depósito legal, y, por otra, elimina aquellas que, contempladas en la ley vigente, carecen de valor bibliográfico nacional, sin que ello impida que puedan ser conservadas por otros canales alternativos.

Entre las nuevas tipologías de publicaciones, según el cuerpo del proyecto de ley, "destaca sin ningún género de dudas" los videojuegos que, si bien se entendían comprendidos entre los documentos audiovisuales, no estaban ingresando en las cantidades que el mercado de estos productos representa, por lo que se "considera necesaria" su identificación individualizada y mención expresa.

Una vez ratificado este proyecto de ley en el Senado, la Biblioteca Nacional de España tendrá la potestad de guardar una copia digital y una copia física, de todos los videojuegos desarrollados en España como obras de valor cultural que aportan, como cualquier otro elemento cultural como puede ser un libro una película, su granito de arena para poder entender cómo funcionaba la sociedad española actual dentro de cincuenta o cien años.

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