Un zaragozano, elegido Mister España"Es un momento importante y yo me debo a mi profesión"Jessica Biel niega la crisis

Guillermo García Becerril, un joven zaragozano de 23 años y promotor comercial, ha sido elegido este fin de semana como Mister España 2009. La designación tuvo lugar en la noche del pasado sábado en un complejo hotelero de Lanzarote en un acto en el que resultaron elegidos también Juan Carlos Morejón, Mister Málaga, como primer finalista, y José Enrique Martín, Mister Sevilla, como segundo finalista. El título de Mister Simpatía, votado entre los propios candidatos, fue concedido a David Espinosa y el de Mister Elegancia a Eduardo Isaac González.

Su trayectoria como modelo y presentadora habla por sí sola de la profesionalidad de esta gallega de El Ferrol a la que, desde hace casi dos décadas, seguimos en la pequeña pantalla. Separada sentimentalmente de Javier García Obregón, hermano de la "fantástica" Anita y padre de su hijo Javier, Paloma Lago ha sido siempre una mujer valiente que no se ha amedrentado ante nada. Por eso mismo, coincidiendo con el Día contra la violencia de género, decidió interponer una denuncia por malos tratos contra el que era su novio hasta hace poco, cuestión de la que también pudimos conversar con su protagonista durante la presentación, esta semana pasada en Ciudad Real, de un nuevo establecimiento -y son ya 43 en España- del diseñador Javier Simorra.

-¿Cómo afronta el hecho de que, ante la noticia que acaba de saltar, tenga a todos los medios pendientes de usted en esta primera aparición suya?

-No tengo duda de que mi relación con ellos seguirá siendo tan amable como siempre. Me siento querida y respetada. Es un momento importante, me debo a mi profesión y eso es lo que haré.

-¿No se ha planteado cancelar su comparecencia?

- No. Mi compromiso con la tienda de Javier estaba ahí y yo me encuentro feliz de poder cumplirlo. Estoy perfectamente, centrada en lo laboral.

-Tiene usted 42 años. ¿Podemos afirmar que, la edad, ya no es un obstáculo para que una modelo siga su carrera?

-Por suerte, mi campo es muy amplio y, las posibilidades, también. Hice el salto de la moda a la pequeña pantalla pero sin abandonar lo primero. Días como éste con Simorra me recuerdan a mis inicios (aunque todo haya pasado más rápido de lo que hubiera querido).

-Su cuerpo es, de alguna manera, su instrumento de trabajo. ¿Vive pendiente de él?

-Todo lo pendiente que me deja el tiempo libre. Es un hobbie. Las mujeres tenemos la oportunidad de recurrir a tratamientos no invasivos y yo lo apoyo. El resto me lo curro en el gimnasio (risas).

-¿Se atrevería, ahora que se está atacando tanto la utilización del photoshop entre quienes se dedican a la imagen, a protagonizar una portada sin maquillar?

- Ya lo hice junto a Judith Mascó en Elle. Posé con la cara lavada y te aseguro que no me resultó tan difícil. Se trata de tener la piel cuidada y mantener un aspecto saludable. No estoy contra ese programa informático para cosas, como un granito o una sombra, para las que tiene toda la lógica. Otro tema es transformarte y pretender quitarte veinte años de encima.

-Durante una etapa ha estado vinculada como autora a la literatura infantil. ¿Ha abandonado esa actividad?

-Bueno, fueron cinco libros. Creo que pasé el bautismo como escritora pero, después del último, he parado esa faceta, sí. Desde hace tres temporadas estoy volcada con el programa que hago durante Cibeles. Suponen, nada más y nada menos, que tres horas en directo con un ritmo trepidante. No descarto tener mi línea de ropa o algo así aunque no forme parte de mis prioridades.

-¿Cuáles son éstas entonces?

-Afrontar mis próximos proyectos que, tal y como está el panorama, es un lujo. Afortunadamente, nunca he tenido parones significativos en mi trayectoria. Mi prioridad ahora es mi trabajo.

Los rumores de crisis siguen persiguiendo a la pareja formada por Jessica Biel y Justin Timbelake, dos años después de su unión. Jessica Biel se lo toma a risa y niega su ruptura. Para ello, la actriz, que se encuentra inmersa en el rodaje del remake de la película El equipo A, opta por realizar técnicas de relajación zen y tomar los comentarios a risa.