Luchadora, comprometida, entusiasta, apasionada, positiva, determinada… Son tantos y tan buenos los rasgos que definen tu personalidad, MARISET, que cada día que entrabas por la puerta de la oficina era imposible no contagiarse de tu energía, iluminándonos e inspirándonos para seguir construyendo y haciendo realidad este proyecto.

Hoy tu luz se aleja un poquito, pero sigue brillando y alumbrando el camino. Amiga, compañera, alma y pilar fundamental de Eurofilco; la tarde del domingo nos dejaste tras una incesante lucha contra la dichosa enfermedad, el cáncer. Esa lacra de cuyo nombre no rehuías. Nosotros tampoco lo haremos.

Durante ese duro periplo no dejaste de tener un ojo puesto en el despacho, siempre alerta, creativa e informada de todo lo que acontecía por nuestra pequeña oficina que tú hacías grande.

Ninguno de nosotros podemos obviar el peso que tu figura profesional tuvo, no sólo en el desarrollo de la empresa y la dinámica operativa diaria, sino en nuestra forma de mirar al futuro, siempre con ilusión y pasión. Nos has convertido en creyentes de una visión, ahora más que nunca. Es un orgullo poder decir que eras nuestra amiga y que te tuvimos cerca, que siempre tenías tiempo para ayudar y empatizar con nosotros, con los clientes, con cualquiera que se cruzara contigo.

A todos se nos hará difícil no escuchar tus consejos, tus ideas, tus dedos en el teclado, esa conversación al teléfono, ese buenos días, ese hasta mañana… Impresiona y nos inspira saber de tus luchas más allá de la enfermedad, pelear por todo un ejército de valientes en tu misma situación que vieron como esa pelea se hacía un poquito menos pesada viendo tu ejemplo. Como una leona defendiendo a su manada. Y es precisamente todo ese legado de pequeñas y grandes luchas el que nos empuja a seguir trabajando para llevar hacia delante el proyecto en el que tanto corazón e ilusión pusiste.

Tus compañeros de Eurofilco, Cicue y Celemín nunca jamás te olvidaremos.

Descansa en paz.