Nueva oportunidad

Hasta ahora el equipo de Rubi no ha sido capaz de ganar a ninguno de los rivales a los que se ha enfrentado que ocupan bien puestos de ascenso directo o promoción a Primera. Excepción hecha de Mirandés y Granada, con los que aún no ha jugado y que tendrá que recibir antes de que acabe el año en el Estadio. Tiene una muy buena oportunidad de calibrar el potencial de un grupo que en cuestión de mes y medio ha experimentado una metamorfosis que nade creía capaz de hacer, habida cuenta de los precedentes de la plantilla. Mañana llega un “compañero” de viaje de la temporada pasada, triste compañero que se subió en el mismo vagón que los indálicos para firmar una temporada para olvidar, invirtiendo una pastizal y empleando cuatro entrenadores para acabar donde nadie se podía imaginar, pero desgraciadamente así fue. El Granada, que tuvo que cambiar de entrenador para enderezar un rumbo más que preocupante, nos visitará. Un Granada emergente y que pondrá a prueba el potencial de un Almería que a la chita callando se ha encaramado a la segunda posición, situándose en un puesto más acorde con la pasta que vale la plantilla. Toca defender esa posición de privilegio envidiada por muchos. El equipo está de dulce, a pesar de las desconexiones que sufre durante los partidos y la falta de nivel de sus centrales, que fueron calificados como los mejores de la categoría. Pero mañana va a contar con un factor que le puede pesar y mucho al equipo nazarí, como es un estadio, una grada, entregada para la causa y dispuesta a empujar al equipo hacia una nueva victoria que permita seguir alimentado ilusiones y que la gente pueda volver a sentirse orgullosa de su escudo. Por cierto, frente a frente los dos mejores goleadores, por ahora, de la competición. Será un duelo interesante: Luis Javier y Myrto Uzuni.