República de las Letras

Caravanas

Hay un bum de las autocaravanas o Camper. Es otro modo de viajar, mucho más libre que los tradicionales

Si usted es de los que no creen en la libertad de la gente para viajar como quiera y pueda, no siga leyendo, este artículo no le interesa. Si usted no se considera liberal y cree que la injerencia del Estado en el mercado es deseable, le digo lo mismo. Si desea el autoritarismo en política, y no cree en la adaptación de la realidad económica y social a las nuevas circunstancias que vayan surgiendo en nuestro país, igual. Porque lo del alcalde de Roquetas, dando un plazo de 7 días a los caravanistas para que se vayan, además de ser una cacicada es no tener visión cabal del mundo actual. Mejor hubiese sido habilitar una zona para caravanas en el municipio, como ha hecho el alcalde de Almería, nuestro ínclito, con la que ha dispuesto para aparcamiento de estos vehículos detrás del Auditorio. O, mejor aún, construir un área con todos los servicios necesarios: tomas de agua, evacuación de aguas grises, puntos de luz, restaurante, vigilancia…, a precios razonables, desde luego -no carísimos como en Cabo de Gata-. Algún amiguete podría coger la concesión de su explotación. Con todo ello se daría beneficio al pueblo.

Porque hay un bum de las autocaravanas. O, como las llaman ahora, Camper. Es otro modo de viajar. Y, siempre que cumplas las leyes del país, es mucho más libre y ecológico que los tradicionales. ¿Que no hacen gasto? Claro que lo hacen: los caravanistas no viven del aire. ¿Que restan clientes a los hoteles? No: son grupos humanos distintos. ¿Que ensucian? Pues procúreles el prócer roquetero o el ínclito un área bien acondicionada para ellos.

Con esto pasa como con las bicicletas: nadie creía en ellas, no se asimilaba bien que se quitara aparcamientos -gratuitos, pero esto no lo decían- para construir carriles bici. Pero la realidad se impone. La movilidad se ha diversificado. Como las formas de viajar. Pero, claro, siempre que se vislumbran cambios sociales se choca inmediatamente con la tendencia al autoritarismo, innata en la derecha desde que Fraga, exministro de Franco, creara Ap, antecesor del Pp. Y les sale espontánea: echar a los caravanistas, no crear un área decente para este tipo de turismo; intervenir en el mercado, pero, qué casualidad, siempre a favor de los poderosos, en este caso, las cadenas hoteleras y de restauración, creyendo que las demás formas de viajar y hacer turismo perjudican sus intereses. Estúdiese bien el tema. Con liberalismo.

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