No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños". Claro, conciso y concreto; así nos explica Marco Tulio Cicerón la importancia de la historia para la humanidad. A través del tiempo, Cicerón nos dice: "La Historia es el testigo de los tiempos, la antorcha de la verdad, la vida de la memoria, el maestro de la vida, el mensajero de la antigüedad". Cicerón es maestro del humanismo. Artesano de la palabra. El filósofo que amaba la política. Por todo ello; Cicerón siempre tuvo presente el incalculable valor de la historia y del trabajo de los historiadores. Puso siempre de relieve su imprescindible compromiso ético.

En este presente incierto, donde campa una desoladora crisis de civilización, la historia está siendo asediada por el sectarismo ideológico. Hay que rebelarse con contundencia porque el poder, la ambición de dominio, siempre pretenden apoderarse de la historia. Modelarla al gusto de sus intereses. Entonces deja de ser historia para convertirse en relato partidista. En palabras de Cicerón "La falsedad está tan cerca de la verdad que el hombre prudente no debe situarse en terreno resbaladizo. La sola idea de que una cosa cruel pueda ser útil es ya de por sí inmoral". El sectarismo imperante en España no solo declaró difunto a Montesquieu y la separación de poderes. También pretende hacer lo mismo con Clío, musa de la historia. Por demás pretenden arrojar al río del olvido a Heródoto y Ana Commena, los primeros historiadores.

Como el sectarismo es autocomplaciente y no tiene límites, si pudieran borrarían al mismísimo Hesíodo, por haberse atrevido a escribir su poema Trabajos y días (Siglo VIII a.C.) Quién sabe, lo mismo las hordas de lo "políticamente correcto" se ponen a reescribir las obras de Cicerón, para que "no sean ofensivas" cuando nos enseñan que siempre hay que estar pendientes de la política y aprender historia.

Queridos lectores la historia y la política van de la mano, tanto en la vida pública como en la privada y cotidiana. Todos estamos en la historia. Es una fuente de conocimiento nunca un arma para dividir y enfrentar. Reconstruimos el pasado incesantemente. Nadie es responsable de lo que hicieron o deshicieron nuestros antepasados. Sí somos responsables de como lo reconstruimos, transmitimos y conservamos. "Es propio de los necios ver los vicios ajenos y olvidar los propios" Cicerón.